La Audiencia de Málaga ha confirmado la sentencia dictada contra un hombre en la que se le condenó a un año y medio de prisión por estafar a otro, al que hizo creer que podía recuperar su coche robado y pidió 12.500 euros que nunca devolvió. Así, se desestima el recurso presentado por la defensa, en el que pedía que se decretara la nulidad de las intervenciones telefónicas.

El juzgado de lo Penal consideró probado, según consta en la sentencia de la Sala a la que ha tenido acceso Europa Press, que el acusado, con el fin "de obtener un beneficio económico ilícito", quedó en un centro comercial de Marbella (Málaga) con la víctima, que había ofrecido una recompensa de 40.000 euros para el que recuperara su coche sustraído días antes con importante documentación dentro.

Así, el procesado, después de "hacer creer al perjudicado que podía recuperarlo, le pidió 12.500 euros para entregárselos a los autores del robo, comprometiéndose a devolverle el coche en dos horas" en las inmediaciones de un hotel, aunque tras este día la víctima "perdió el contacto con el acusado, sin que le devolviera el vehículo ni los 12.500 euros", dice la sentencia.

Por estos hechos, el juzgado le condenó por un delito de estafa a un año y medio de prisión y a pagar como indemnización la cantidad con la que se quedó. La defensa recurrió esta resolución, solicitando la nulidad de las intervenciones telefónicas, ya que se alegaba que se autorizaron para investigar un delito contra la salud pública y no se pueden extender para investigar otros hechos.

Sin embargo, el Tribunal de apelación señala que del auto en el que se concedió la autorización para las escuchas se deduce que el objeto de la investigación "era el robo de más de 100 vehículos de alta gama perpetrados en la Costa del Sol en 2008". Asimismo, la Sala añade que aunque las intervenciones fueran nulas, no afectaría a la condena.

Respecto de la valoración de la prueba en la primera sentencia, la Audiencia señala que la declaración del denunciante y de dos testigos del encuentro fue "verosímil", añadiendo que aunque la entrega del dinero se hizo en los servicios del centro comercial, uno de estos testigos confirmó que antes de irse a dar el dinero, el perjudicado lo llevaba consigo.

Además, este testigo señaló que después el acusado dijo que iba a por el coche y los demás se fueron a las inmediaciones de un hotel donde habían quedado para que le entregara el vehículo, lo que "evidentemente no ocurrió pues todo era un montaje para sacar el dinero a la víctima", dice la Sala, que desestima el recurso de apelación y confirma íntegramente la sentencia dictada.