Los hay que probarán fortuna por primera vez y otros que se presentan a las oposiciones por tercera ocasión, obligados también para no perder su plaza de interino. En otras circunstancias, y a tenor de la escasa oferta de plazas (592 en toda Andalucía) es probable que no dedicaran esfuerzo y dinero a un imposible. Pero como la esperanza es lo último que se pierde, «por intentarlo, que no quede», como asegura Sara García.

Ella es una de las 3.300 maestras que desde hoy se enfrentan a estas duras pruebas para intentar abrirse un futuro en el mundo de la docencia. Se presenta por primera vez y ha necesitado la ayuda del monitor de una academia, para aclararle muchos conceptos. El pasado año acabó la carrera y no tiene experiencia previa dando clases. «Llevo los últimos cinco meses estudiando todo el día y apenas si he salido de casa», reconoce. Ha puesto mucha ilusión en este concurso. Tanta, que incluso ha dejado un puesto de trabajo que tenía como monitora de actividades extraescolares en un centro. «Lo he ido compaginando hasta que me di cuenta de que tenía que apostar por una cosa», explica.

«Estoy esperanzada en que puedo aprobar, y aunque sea poder entrar en la bolsa de interinos», señala. Hoy estará a las 9.00 horas en la facultad de Derecho.

El caso de Ana Ruiz es distinto. Se presenta a unas oposiciones por tercera vez en su vida. Ya lo hizo en 2009, cuando obtuvo un meritorio 8,17 y en 2011, cuando tuvo menos suerte y se quedó en 6,8. «El primer año no pude trabajar pero al siguiente sí me llamaron. Luego salió el decreto 312, que ordenaba la bolsa por nota en lugar de por tiempo de servicio, y me quedé sin trabajar con mi 6,8. Cuando por fín se derogó este decreto, que fue muy polémico, me llamaron para trabajar en el CEIP Carmen Arévalo, en una pedanía de Alhaurín de la Torre», narra.

Son pocas plazas, «pero me presento porque es obligatorio para las personas que están en la bolsa», precisa. Un trámite, más que otra cosa. Bajas la nota no le puede perjudicar, y aunque ha estudiado mucho, dice, lo ha compaginado con su trabajo en el cole y sus estudios de Psicopedagogía».