El crédito al sector privado sigue bajando a ritmo galopante a pesar de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, les ha pedido un esfuerzo para que reactiven el canal de préstamos a las empresas y ayuden al éxito de iniciativas como la Ley de Emprendedores. Los últimos datos del Banco de España constatan que el volumen de crédito del que disfrutan familias y empresas en Málaga viene cayendo en los últimos tiempos a un ritmo de 1.000 millones de euros por trimestre y que ya ha descendido casi un 23% en relación a los topes de 2008. En concreto, las cifras del primer trimestre de 2013 revelan que el crédito vivo en manos del sector privado asciende ahora mismo a 36.655 millones, por los 37.650 de hace un trimestre. El nivel ha retrocecido ya a las magnitudes que se movían en 2006.

El fenómeno tiene dos vertientes. La más saludable remite al proceso de desendeudamiento que los expertos vienen reclamando a la economía española, ya que la realidad es que las familias y empresas se endeudaron excesivamente durante la época de esplendor económico, sobre todo en el ámbito hipotecario, algo que se está corrigiendo ahora. Sin embargo, el clamor es unánime ante el hecho de que los bancos han cerrado indiscriminadamente el crédito a todo tipo de clientes, sean solventes o no, dejando a muchas empresas y emprendedores sin liquidez para funcionar. De esta forma, los créditos que van siendo amortizados y cancelados no son sustituidos por nuevos préstamos y mantienen al tejido productivo en una situación de asfixia total. Basta con recordar dos datos. De las más de 11.000 empresas que han cerrado en los últimos años, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) calcula que un 60-65% lo hicieron por el problema de la financiación como causa principal (en la UE, este porcentaje baja al 30%). El segundo hace referencia al bajísimo porcentaje de autónomos y emprendedores que consigue acceder a un préstamo. Según la Federación Nacional de Autónomos (ATA) sólo un 22% de los autónomos que acuden a una entidad financiera logra el crédito que iba buscando. Otro 27% lo consigue, pero reduciendo sus necesidades de financiación y al 51% restante se les niega todo. Con motivo de la próxima aprobación de la Ley de Emprendedores y los escasos efectos positivos que hasta la fecha ha traído la reforma laboral, los representantes empresariales han vuelto a reclamar una solución. El presidente de CEM, Javier González, aseguraba en los últimos días que hasta que la reforma financiera no concluya y vuelva a aflorar el crédito «será mucho más difícil hablar de recuperación».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE), Javier Noriega, era más tajante. «A los bancos se les ha prestado mucho dinero público y sólo están dando entre el 20% y 30% de las peticiones de crédito que reciben. No sé si tienen obligación contractual de reabrir el crédito pero desde luego sí que tienen obligación moral porque han recibido esas ayudas», apuntó.