La construcción usaba antes materiales que no respetaban el medio ambiente o que, directamente, eran nocivos para la salud de los vecinos y de los propios trabajadores. Por eso, aprovechando las obras de peatonalización del Centro Histórico de Málaga, varios operarios retiraron ayer las tuberías de amianto existentes en la calle Granada, en concreto en uno de sus tramos, el más cercano a la plaza de la Merced. Incluso, se cortó el tránsito por esa zona de la vía. El amianto, según han demostrado numerosos estudios científicos, es cancerígeno.