Empleados de Unicaja y sus familias han participado en una jornada de siembra y reverdecimiento en la zona afectada por el incendio que se produjo el pasado verano en la provincia de Málaga y que abarcó parajes de los municipios malagueños de Coín, Ojén, Marbella, Mijas y Monda.

Esta iniciativa se enmarca dentro del acuerdo que la Fundación Unicaja firmó con Arboretum Marbella para colaborar directamente en la reforestación de las zonas afectadas por el fuego, y para implicar asimismo, en esta actividad, tanto a sus empleados como a sus clientes.

La jornada de reforestación en la que participaron empleados de Unicaja y sus familias se desarrolló en una parcela pública de Marbella, que resultó calcinada por el incendio, en la que se llevan a cabo tareas de siembra para favorecer su recuperación, y en la misma colaboraron los Bomberos de la ciudad marbellí, que aportaron conocimientos sobre cómo actuar ante un incendio.

Según han destacado desde Unicaja en un comunicado, es una experiencia modelo donde se conjugan una serie de técnicas sostenibles "con el triple objetivo de sensibilizar sobre la importancia ecológica de los bosques, conocer las características del bosque autóctono mediterráneo y promover cambios de actitud que desarrollen prácticas medioambientales sostenibles".

La Fundación Unicaja firmó el pasado marzo un acuerdo de colaboración con Arboretum Marbella para respaldar programas de recuperación de las zonas dañadas en el incendio que tuvo lugar el pasado verano en la provincia malagueña.

La reforestación se lleva a cabo sobre cuatro hectáreas de una parcela de titularidad pública de Marbella, con calificación de espacio verde, afectada por el incendio. Este proyecto cuenta con un exhaustivo estudio de la zona en la que se va a realizar la plantación, incluyendo aspectos técnicos tales como la climatología del lugar, la vegetación existente y lindante, la vegetación potencial y las características del suelo, entre otros aspectos.

Los trabajos de reforestación, que son en su mayor parte manuales con el objeto de ocasionar el menor impacto posible sobre los terrenos ya deteriorados, se llevan a cabo con especies autóctonas exclusivamente, intentando reconstruir en la medida de lo posible la biodiversidad original de la zona afectada y promoviendo la conservación del patrimonio autóctono local.