El 17 de noviembre de 1989 se realizó el primer trasplante de médula ósea en el Hospital Carlos Haya de Málaga. Se trataba de un trasplante alogénico, es decir, cuando el paciente obtiene las células hematopoyéticas de otra persona, entonces de un hermano que tenía el mismo perfil de histocompatibilidad. Hoy, 24 años después, en este centro sanitario, que se ha convertido en centro de referencia nacional en trasplantes alogénicos en edad pediátrica, se han realizado un total de 1.017 intervenciones de este tipo, de las que el 17% se han realizado en menores.

El trasplante de progenitores hematopoyéticos, que consiste en la infusión de células -precursores hematopoyéticos- a un receptor que ha sido previamente preparado para recibir el injerto, constituye una terapéutica útil, en ocasiones la única, para una gran variedad de enfermedades hematológicas y no hematológicas.

Según la memoria realizada por el Hospital con motivo de los mil trasplantes, que se presentó ayer, el primer trasplante autólogo de médula ósea (las células que se infunden son del propio paciente) se hizo en enero de 1990; en 1997 comenzó el programa de donante no emparentado de médula ósea, si bien, un año antes, el hospital ya había empezado a utilizar la sangre periférica como fuente de progenitores hematopoyéticos para trasplantes.

En el año 2000, en el Materno Infantil empezó a usarse la sangre de cordón umbilical como una fuente más de progenitores -el primero de los trasplantes fue entre hermanos-, y en el año 2006 se empezó a realizar entre adultos.

Como colofón a esta cronología sobre los trasplantes, desde febrero del año pasado Carlos Haya está haciendo trasplantes -de médula ósea o de sangre periférica- con donantes no compatibles al 100% con el receptor, que permite llevar el trasplante a pacientes de edad avanzada.

Durante estos años, la Unidad de Gestión Clínica de Hematología del hospital malagueño ha desarrollado una importante labor investigadora relacionada con el trasplante alogénico, consiguiendo financiación para dos proyectos de investigación, al margen de conseguir el reconocimiento de numerosas asociaciones de pacientes y de voluntariado.

La Unidad de Gestión Clínica de Hematología y Hemoterapia de Carlos Haya, encargada de este programa terapéutico, fue la primera unidad de este tipo acreditada por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía en 2005, consiguiendo dos años más tarde el Premio de Calidad de la Consejería de Salud y Bienestar Social por el proyecto de Seroteca de Hemofilia.