La Audiencia de Málaga ha condenado a 10 hombres, la mayoría españoles, como responsables de la organización del transporte de casi 900 kilos de hachís desde Marruecos a España, con destino a la costa malagueña. Así, se le impone a cada uno la pena de dos años de prisión y multa de 2,6 millones de euros, con un mes de apremio personal en caso de insolvencia.

Según se declaró probado en la sentencia de la Sección Novena, a la que ha tenido acceso Europa Press, tres de los acusados eran los que organizaron toda la operación, aunque uno de éstos y otro hombre, que no ha sido detenido, eran los jefes de la organización que preparó dicho transporte durante la segunda quincena de mayo y los primeros días de junio.

Así, algunos de los acusados pilotaron la embarcación donde fueron cargados los fardos en la costa marroquí para llevarlos a la costa española, mientras que otros indicaron el punto del alijo, en concreto un lugar determinado de la costa de la localidad malagueña de Torrox; y dónde se depositaría, un cortijo localizado en el municipio de Nerja.

A pesar de que esta operación de desembarco era conocida por la Policía Nacional "no pudo impedirse por problemas logísticos", aunque sí quedó constancia de que dicha embarcación estaba esa noche cargada de fardos en las inmediaciones de la costa marroquí, según se indica en la sentencia, en la que se precisa que tras la fase de transporte, los acusados iniciaron contactos con posibles compradores.

En este sentido, la Sala estima que constan conversaciones de algunos de los procesados sobre dichas operaciones de venta y apunta que conforme éstas se van consumando con éxito, dos de los acusados se encargan "de ir repartiendo los beneficios entre los diversos miembros de la organización, así como seguir concertando citas con posibles compradores".

El Tribunal señala que gracias a la investigación realizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a las intervenciones telefónicas autorizadas por un juzgado de Instrucción de Algeciras (Cádiz) se pudo realizar la entrada y registro en el cortijo donde se encontró la droga, en concreto 873 kilos de hachís de distinta pureza y distribuidos en varios envases o paquetes.

Las defensas expresaron su conformidad con la calificación del ministerio público, lo que fue ratificado por los propios acusados, a los que se les condena por un delito contra la salud pública, apreciando la Sala la atenuante de dilaciones indebidas, ya que pasaron siete años desde la acusación del fiscal y el primer señalamiento del juicio.