El Ayuntamiento pondrá en marcha una nueva estrategia para resolver el alargado rompecabezas comercial que pesa sobre los domingos y festivos desde que comenzaron a llegar cruceristas. Después de varios intentos infructuosos, la administración tratará de animar a los establecimientos a mantenerse abiertos durante los días de entrada y salida de buques y lo hará con un plan de estímulo basado fundamentalmente en la promoción frente a las navieras y los propios turistas. Una iniciativa observada todavía por el gremio con cierto escepticismo, pero que el Consistorio defiende como un camino a medio plazo para vencer poco a poco una resistencia con la que no han podido ni el conjunto de las instituciones ni las mesas de negociación colectiva.

El concejal de Cultura, Turismo y Deporte, Damián Caneda, acompañado de la edil de Promoción Empresarial, Ana Navarro, presentó ayer la propuesta, que conecta, además, con una de sus obsesiones, la de sacar al comercio más rentabilidad turística -en la actualidad las cifras son muy pobres y únicamente un 4 por ciento de los visitantes ve a las tiendas como un motivo que justifica la visita-.

Caneda quiere romper con la imagen de ciudad adormilada que recibe en muchos domingos a los cruceristas -«tenemos que lograr que no parezcan zombies paseando por el desierto», señaló Ana Navarro- y su nuevo aval se llama Málaga Cruise Shops, un programa en el que los comercios que se adhieran serán publicitados en mapas y folletos repartidos entre los visitantes.

La iniciativa incluye la distribución de material en las oficinas de turismo. La idea es que los cruceristas sepan de antemano donde se encuentran las tiendas abiertas. Incluso antes de atracar en Málaga, en la información que brindan las compañías en la víspera.

De momento, son 25 las tiendas que han aceptado el envite. El plan se desarrollará a partir de octubre con la referencia de todos los establecimientos que se adhieran en los próximos meses, que además recibirán un adhesivo a modo de distintivo. También se decorará la entrada a las tiendas con un patrón común -una alfombra roja y macetas- diseñado con el objetivo de resaltar la adscripción al programa y llamar la atención de los turistas.

Según Navarro, el proyecto está abierto para todos los comercios ubicados en la Zona de Gran Afluencia Turística, una demarcación propuesta por el Ayuntamiento para encajar la libertad de horarios y que fue rechazada por la Junta -el Consistorio, no obstante, ha recurrido-. El área, en cualquier caso, incluye desde La Malagueta a Victoria, Armengual de la Mota, Mármoles y Carretería.

La apertura adicional prevista en el plan es cinco horas, concretamente de 9.30 a 14.30. El Ayuntamiento trabaja también en una aplicación que permitirá trasvasar a los móviles toda la información incluida en la campaña. De los 66 domingos y festivos del año, 31 esperan la llegada de buques, lo que supone un movimiento de 44 barcos y alrededor de 91.000 pasajeros. «El comercio debe adaptarse a la transformación que ha experimentado la ciudad; hay que crear el hábito y cambiar la mentalidad», puntualizó Caneda.

Las reticencias, sin embargo, persisten. A pesar de los nuevos incentivos, el sector sigue sin ver rentable la apertura dominical. Especialmente, por el coste en recursos humanos y la falta de fe en la avidez comercial de los cruceristas. Enrique Gil, presidente de la Federación de Comercio de Málaga (Fecoma), no se siente particularmente entusiasmado por una iniciativa en la que percibe además un intento deliberado por privilegiar a los establecimientos de un determinado distrito, en este caso el Centro. «No creo que en el fondo esté pensado para los cruceristas. Entre otras cosas, porque se incluyen puntos muy alejados de su circuito», indica.

Gil volvió a recordar que la ley de comercio interior ya concede libertad horaria a la mayoría de las tiendas -las que disponen de menos de 300 metros cuadrados- y que, sin embargo, son muy pocas las que en la práctica optan por extender la jornada y abrir los domingos y festivos. En el proyecto de Zona de Gran Afluencia Turística el Ayuntamiento de Málaga planeaba que se pudiera también acoger a esta posibilidad a las grandes superficies, lo que no fue bien visto por el resto de establecimientos.