La actual coyuntura económica no ha ayudado a la Universidad de Málaga a mejorar su posición en el ranking estatal de transferencias públicas por alumno. En los últimos años las negociaciones de los planes de financiación pública por estudiante, en los que intervienen el Gobierno central y la Junta , han jugado en contra de la universidad malacitana, haciéndola retroceder diecisiete puestos y situándola en el vagón de cola en plena crisis.

La UMA, según la novena edición del informe sobre universidades elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), que fue presentado la pasada semana, ocupa el puesto 34 de un listado en el que se radiografía a 47 universidades españolas. Así, durante el curso 2010-11, la Universidad de Málaga recibió de la administración 5.461 euros por cada uno de sus alumnos matriculados, muy lejos de la Universidad Pública de Navarra que lidera la tabla de financiación pública con 9.363 euros, y que supone una pérdida de 805 euros respecto a la financiación que la UMA recibió por estudiante en el curso 2008-09. Entonces, los 6.266 euros que ingresó por alumno la situaban en la parte alta de la tabla, en concreto, en el puesto 14.

A nivel andaluz, ninguna de las ocho universidades están bien posicionada, siendo las de Almería y Córdoba, en el puesto 26 y 30, las mejor situadas con una financiación pública de 5.802 y 5.608 euros, respectivamente, por estudiante. En la parte baja de este ranking se sitúa la de Cádiz que con 4.362 euros fue la tercera que menos recursos públicos recibió por alumno.

La reducción de las transferencias corrientes por cada universitario de la UMA se tradujo en un aumento del precio público por alumno, indicador que permite analizar la participación de los estudiantes y sus familias en la financiación de la educación superior, y que constató que los universitarios malagueños fueron los que más pagaron en Andalucía por estudiar una carrera, con una media de 1.561 euros, 324 más que sus compañeros de Sevilla y 797 más que los universitarios de Cádiz, que son los que menos pagan por estudiar en todo el país.

Con todo, el dato más significativo, en lo que atañe al bolsillo, es que, en apenas dos cursos académicos, estudiar en la UMA se encareció en 757 euros, toda vez, que en el curso de 2008-09 el precio medio de las matrículas era de 804 euros.

Según el último informe CYD, las universidades españolas menos económicas para los estudiantes fueron la Politécnica de Catalunya -2.882 euros- y la Politécnica de Cartagena -2.380 euros- . Así, la diferencia entre la universidad donde más pagan los estudiantes fue casi cuatro veces mayor que aquélla en la que menos pagan.

En cuanto al gasto corriente por alumno, la Universidad de Málaga está entre las que más esfuerzo financiero hizo, con 6.100 euros, lo que supone un incremento del gasto por universitario de 292 euros en dos años, pero que, en cualquier caso, mantiene a la UMA en la parte baja de esta tabla (puesto 35), por delante de las universidades de Granada (6.062 euros), Sevilla (5.975), Cádiz (5.743) o Jaén (5.211).

Las universidades que realizaron un mayor gasto por alumno fueron la Politécnica de Cartagena -10.643 euros- y la Universidad Pública de Navarra -9.997 euros-, con valores que duplican los registrados por las universidades que menos gastan por estudiante, la Rey Juan Carlos -4.361 euros- y la de Baleares -5.093 euros-.

Según el informe CYD, la tasa de ahorro bruto del conjunto de las universidades públicas fue del 7,8%, situándose la UMA entre las instituciones educativas con la tasa de ahorro más alta, un 13,49% que la sitúa en el puesto 9 de un ranking que lideran la Politécnica de Valencia -23,97%- y la Rey Juan Carlos -19,50%, y que cierra la Universidad de Cádiz con una tasa de ahorro negativo del 11,52%.