Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Málaga una organización dedicada a la explotación sexual y han detenido a 13 personas y otra se encuentra en búsqueda y captura. La red captaba mujeres en sus países de origen y las trasladaba a España para ejercer la prostitución en clubes y casas de citas de Málaga, donde los explotadores regentaban dos locales de alterne en los municipios de Fuengirola y Mijas, este último dedicado a clientes de muy alto poder adquisitivo.

La operación se ha llevado a cabo en dos fases: en la primera se ha detenido a cuatro personas, y en la segunda a nueve; entre ellos se encuentran varios españoles y rumanos. Tras los registros se han incautado pasaportes de potenciales víctimas, papelinas de sustancias estupefacientes y 4.500 euros en efectivo, entre otros efectos.

Una de las víctimas de la organización, que consiguió escapar de ella, puso a la policía sobre la pista. Según indicó la Policía Nacional, la mujer había sido «vendida» a la organización en Rumanía por su propia pareja sentimental. La Policía Nacional declaró que la víctima fue trasladada a un piso en Bucarest, donde sufrió agresiones y fue incluso violada, momento a partir del cual le comunicaron que ella era propiedad de la organización. Más tarde la trajeron a Fuengirola, donde fue obligada a ejercer la prostitución en un club de alterne. Según los agentes, «en todo momento estaba acompañada por sus explotadores, quienes, al final de cada jornada, se encargaban de recoger todas las ganancias obtenidas. La mujer permaneció en estas condiciones hasta que, en un descuido, consiguió escapar de sus explotadores y llegó a entablar contacto con la policía en Sevilla.

La investigación policial permitió averiguar el modus operandi utilizado por la organización. Parte del grupo se encargaba de la captación de víctimas en sus países de origen, las cuales, una vez traídas a España, eran renovadas con frecuencia y rotaban continuamente por los distintos locales de la organización. La portavoz de la Policía Nacional de Málaga, Ana Moreno, declaró: «Eran obligadas a ejercer la prostitución, incluso, cuando estaban enfermas»

Delitos contra el patrimonio. Los investigadores averiguaron que la organización, además de dedicarse a la trata de mujeres con fines de explotación sexual, también se dedicaba a perpetrar delitos contra el patrimonio en cajeros automáticos por el método del «tenedor», con el que se consigue retener el dinero. Este tipo delictivo consiste en instalar en cajeros automáticos de entidades bancarias un dispositivo que atrapa el dinero de los clientes, quienes creen que el cajero sufre algún tipo de anomalía. Para esta labor, la organización contaba con miembros especializados.