El turismo, el desarrollo urbanístico y la actividad económica que se acumula en la Costa del Sol explican una parte de que sean estos municipios donde se registra una mayor presión fiscal de la provincia. Sin embargo, también hay otro elemento a tener en cuenta, como es la existencia de unas deudas desbocadas fruto de políticas que fiaron la financiación de sus gastos corrientes e inversiones faraónicas en los ingresos en la actividad urbanística.

Terminada la burbuja inmobiliaria y desaparecidos estos ingresos, sólo les ha quedado la opción de reducir los gastos (incluyendo reducciones de personal como las adoptadas en Estepona) y subir los impuestos. Manilva, Benalmádena, Marbella, Estepona y Torremolinos superan los 1.000 euros por habitante en impuestos municipales, mientras que Benahavís, Casarabonela se sitúan por encima de los 2.000 euros por habitante y año.

Incluso otros municipios por debajo de ese nivel tan elevado como Mijas (807 euros) y Fuengirola (754 euros), se encuentran muy por encima de la media provincial de 522 euros por habitante. De hecho, estas cifras difícilmente se encuentran en ninguna otra parte de la provincia, con la excepción de La Viñuela, en la Axarquía, donde cada vecino abona una media de 1.013 euros al año.

Pero no sólo se registra una importante presión fiscal, es que además ésta ha ido aumentándose desde 2008 a 2012, salvo en Benahavís y Ojén, que han seguido el camino contrario, y en Torremolinos, donde apenas se han movido los impuestos en estos años de la crisis.

Los incrementos en la recaudación de impuestos en este periodo ha oscilado entre el 23% de Manilva y el 12% de Estepona. En todo caso, salvo los casos previamente comentados, la tendencia es aumenta la recaudación mediante la subida de impuestos.

Málaga capital rompe la dinámica de la franja litoral, incluyendo ya la Axarquía. En todos los municipios de la costa malagueña, entre Manilva y Nerja, la presión fiscal de los ayuntamientos supera los 500 euros abonados por habitante al año, excepto en la capital. Por poco, pero se sitúa por debajo de esa franja, con 495 euros abonados por vecino en 2012 y claramente por debajo de la media provincial (522 euros). Estos datos sitúan a la capital en el grupo de municipios que tienen menor presión fiscal de la provincia.

Este bajo nivel de presión fiscal ha incrementado durante los últimos cinco años, creciendo un 16% respecto a 2008. No obstante, el incremento sigue estando también por debajo de la subida media en la provincia.

Frente a la Costa del Sol, el interior es donde se agrupan los municipios con una recaudación más baja, aunque no suelen ser las cabeceras de comarca ni aquellos pueblos con más de 10.000 habitantes. El grupo de ayuntamientos que recaudan menos de 250 euros por habitante se concentran todos en la Sierra de las Nieves, siendo un grupo muy compacto de pequeños pueblos con escasa presión fiscal. Entre 250 y 500 euros se distribuye por la parte interior de la Axarquía, los municipios más alejados de Antequera y parte de la Serranía de Ronda y el norte de la Comarca del Guadalhorce.