Los 300 alumnos del colegio público Los Prados no volverán a clase al menos hasta el lunes, ya que se necesitan varios días para organizar su escolarización en otros centros de la zona, según explicaron desde la Delegación. Los padres, por tanto, no podrán llevar hoy a sus hijos al colegio y están citados a las diez de la mañana en la Delegación de Educación para una reunión con la delegada, Patricia Alba, y otros responsables para comenzar a organizar el realojo de los chicos en otros centros. La preocupación ahora de los padres es que sus hijos sean reubicados por clases completas, si es posible. La presidenta de la AMPA señalaba a La Opinión que cuando los padres decidieron no llevar a sus hijos al colegio los primeros días del curso, un inspector de la Delegación los amenazó indicándoles que las faltas a clase serían consideradas voluntarias y tenidas en cuenta. «Ahora que nos obligan a no llevar a los niños a clase, ¿qué tendríamos que decirle a ese inspector?, se quejaba.

En la ambigua nota remitida ayer por la Delegación de Educación, indicaba que dado que los estudiantes tendrán que desplazarse, «la Junta garantiza el servicio de transporte escolar gratuito para el alumnado». En la nota, la Junta insiste en que, a pesar de todo, «los informes técnicos certifican la plena seguridad del edificio», pero que «ante la inquietud provocada por la interrupción de la actividad docente en la mañana de ayer» y para «intensificar el desarrollo de las obras» se ha acordado el traslado de los alumnos a otros centros, también para garantizar «la tranquilidad de las familias». En todo caso y sobre los problemas que aquejan al centro, la nota se limita a señalar escuetamente que «en el colegio se están realizando obras de refuerzo de la estructura».