Si las ventas de viviendas arrojan en este 2013 en Málaga datos positivos gracias a las compras que están realizando los extranjeros pagando al contado, los de firma de hipotecas son horrendos y demuestran que el mercado de compradores nacionales continúa totalmente desaparecido, lastrado por el paro, la incertidumbre económica y la negativa de los bancos a conceder créditos que no sean para sus propia cartera de pisos. El pasado mes de julio fue el peor que se recuerda en la provincia desde que se manejan las estadísticas, con sólo 561 préstamos y una caída del 51,4% en relación al mismo mes del año anterior, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) conocidos ayer.

Entre enero y julio se han firmado en la provincia tan sólo 5.217 hipotecas, tras haber registrado este año los tres peores guarismos mensuales de toda la serie histórica, iniciada en 2003: las 564 hipotecas que se firmaron en marzo, las 581 de junio y ahora las 561 de julio. Con este pobre nivel de actividad, el mercado inmobiliario se mueve un 92% por debajo del boom inmobiliario cuando en Málaga se llegaron a firmar cada mes entre 4.500 y 6.000 hipotecas. El sector constructor achaca el descenso a las duras condiciones que exigen los bancos y recuerdan que el tipo de interés medio que las entidades financieras aplicaron a las hipotecas fue del 4,40% en julio, un 3,8% más que un año antes, en una estrategia para compensar el bajísimo Euríbor (0,537%).

En España, el número de hipotecas nuevas constituidas para la compra de vivienda cayó en julio un 43% desde 2012, su tasa más baja desde que se difunden estos datos, en 2003, y confirmó que el crédito no fluye al tiempo que cada vez más operaciones de compra venta se cierran al contado. Fueron sólo 13.777 operaciones en julio, con lo que este indicador encadena ya 39 meses a la baja, tres años y tres meses.

Los datos del INE muestran una importante discrepancia entre el número de hipotecas y el total de compraventa de viviendas, que en julio sumaron 25.706 operaciones. Esto supone que sólo algo más de la mitad de las ventas se cerraron con una hipoteca de por medio, y el resto de operaciones se efectuó en efectivo.

Esta diferencia no implica necesariamente un aumento de las operaciones con «dinero negro», apuntan los expertos, sino más bien que los «cazadores de gangas» se están empleando a fondo aprovechando los buenos precios y que hay más compras de extranjeros que pagan al contado.

Fernando Encinar, del portal inmobiliario Idealista.com, cree que la contracción del crédito se mantendrá en los próximos meses.

«No creo que la situación vaya a mejorar, porque no existe ningún incentivo fiscal para la compra, y la financiación está estrangulada. Los compradores no tendrán prácticamente acceso al crédito y los que dispongan de efectivo preferirán pagar al contado. La única salida para los vendedores será bajar, aún más, los precios», dijo.

Beatriz Toribio, responsable de estudios de Fotocasa.es, por su parte, coincide en que la extrema escasez de crédito es la prueba de que «la posible recuperación del sector es tan solo un espejismo», y denuncia los elevados tipos que aplican las entidades financieras.

El portal inmobiliario Pisos.com considera que parte del descenso deriva del aumento de operaciones a tocateja. «Las horas bajas que atraviesa la financiación se alía con los ajustados precios, favoreciendo las operaciones al contado como nunca antes había ocurrido», indicó el director del gabinete de estudios, Manuel Gandarias.