Las personas que controlan sus emociones, lo que se denomina regulación emocional (RE), tienen una mejor salud cardiovascular, según un artículo publicado en la Revista Española de Cardiología, que señala que esta regulación ejerce el poder de moderar el efecto negativo que tiene la edad sobre las variaciones de la frecuencia cardiaca (VFC).

La VFC es una herramienta que se utiliza para valorar el estado de salud del corazón ya que unos niveles bajos de tal variabilidad están directamente vinculados a la edad, a una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares y a un mayor índice de mortalidad por causa cardiaca. La evidencia científica ha demostrado que la VFC es un buen indicador de longevidad y salud.

Según la investigadora de la Universidad de Málaga Ruth Castillo, «las emociones están presentes constantemente, algunas veces podemos manejarlas bien pero otras no, especialmente si son emociones negativas y de mayor intensidad». Emociones como la ansiedad o el estrés surgen ante una situación de incertidumbre o por la anticipación de algo negativo, mientras que el enfado o la frustración surgen ante la simple percepción de injusticia o de no poder conseguir nuestros objetivos.