La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Málaga, María Gámez, denunció ayer que el «afán recaudatorio» que mantiene el equipo de gobierno con el nuevo censo de vados «castigará a los que menos tienen» con la aplicación de subidas de hasta el 60 por ciento de media, llegando incluso en algunos casos al cien por cien, lo que supone el desembolso de unos 40 euros más de media al año por cada vado.

Gámez calificó esta subida de «desproporcionada» y de ser «injusta socialmente» y criticó que se elija estos momentos para llevarla a cabo y no en los de bonanza económica. «No se ha practicado ninguna subida en los últimos años y se hace ahora cuando las familias lo están pasando peor», apostilló.

«Los ciudadanos no aguantan más subidas de impuestos y tasas como el agua o el IBI» señaló, al tiempo que solicitó que «no se suba la tasa a los que menos tienen tras la aprobación del nuevo callejero fiscal que ha motivado el cambio de categoría a una superior pese a que las condiciones de limpieza, mobiliario y zonas verdes de la calle siguen siendo las mismas».

En este sentido, la portavoz socialista explicó que un vado en la calle Ayala paga lo mismo que uno que estuviera en la calle Larios al pasar de categoría 3 a la 1, lo que hace que los vecinos ahora tengan que pagar 88,55 euros al año por su vado cuando en 2012 pagaban 56,25 euros. Así, los residentes de la calle Sófocles, en Teatinos, pagan el doble por su vado que hace un año, al pasar de 41,75 euros en 2012 a 82,18 euros este año, o en el caso de la avenida San Javier, en Churriana, en la que el incremento ha sido de 34 euros anuales, al pasar de 41,75 a 75,82 euros, una vez que se ha modificado la categoría fiscal de la calle, que ha pasado de la 5 a las 3, «sin que por ello se haya mejorado la calidad de vida de sus vecinos».

Además, Gámez, que compareció junto a un grupo de vecinos de la calle Ayala, denunció que «se está cobrando la subida de los vados a vecinos que no lo han solicitado» a la vez que puso de relieve que se trata de una medida que «busca recaudar más de 300.000 euros este año a costa de las maltrechas economías familiares.