Los hospitales Carlos Haya y Clínico han perdido en los dos últimos años 229 camas, lo que agrava, aún más, la posición de Málaga en la ratio de camas hospitalarias por cada 10.000 habitantes, situándola en el vagón de cola de Andalucía y del país con 15,9. En ese mismo periodo la sanidad pública malagueña ha amortizado más de 790 puestos de trabajo. El balance sobre la situación sanitaria en la provincia, que realizó ayer el sindicato CCOO, apunta a un «desmantelamiento de los hospitales públicos, similar al que se está produciendo en Madrid o Valencia», pero que, aseguran, se está realizando mediante una «privatización silenciosa, como demuestra el aumento de los conciertos con centros y clínicas privadas», y que sitúan a la provincia a la cabeza en actividad sanitaria concertada de Andalucía.

Según el secretario general de Sanidad de CCOO, Rafael González, los recortes en materia de inversiones y recursos humanos han hecho que Málaga sea la última en asistencia especializada, pero la primera en listas de espera, «carencias» que, aseguró, «la Junta de Andalucía suple recurriendo a los hospitales privados a través de la concertación».

De hecho, hace apenas un mes se ha licitado un nuevo concurso por valor de 1.166.725,60 euros para aligerar los tratamientos quirúrgicos a pacientes atendidos por el SAS en los hospitales Clínico y Carlos Haya, lo que, según CCOO, demuestra que «las listas de espera en estos hospitales son mucho mayores de lo que anuncian oficialmente». A través de este nuevo concierto, al que se han presentado cuatros hospitales privados de la capital, se realizarán intervenciones como artroscopia de hombro, artrodesis vertebral, prótesis de cadera y de rodilla, ligamentoplastia de rodilla, tiroidectomía y operaciones de vesícula.

Sobre la «herencia» dejada por la anterior consejera de Salud, María Jesús Montero, «que se ha visto seriamente agravada en estos dos últimos años», Rafael González aseguró que «no puede tener unas conclusiones más desalentadoras».

Una primera aproximación a esta radiografía de la sanidad pública malagueña, que se ha realizado con datos oficiales, apunta a una «pérdida alarmante de camas». Sólo en Carlos Haya y el Clínico se han cerrado desde 2007 un total de 311, de las que 229 se han perdido en los dos últimos años como consecuencia de la reordenación de servicios fruto del proceso de fusión de ambos hospitales, lo que supone el 13,82% del total de camas. Carlos Haya tiene hoy 103 menos, mientras que el número de camas en el Clínico se ha reducido en 126.

Sobre los recortes de personal, desde 2012 se han producido un tota de 346 vacantes (255 en Carlos Haya y 91 en el Clínico), si bien sólo se han cubierto 240, eso sí, al 75% de la jornada y salario, lo que, según el sindicato, deja una reducción adicional de 60 plazas. Al respecto, CCOO mantiene que «la pérdida de empleos real en ambos hospitales es de 166», que sumada a la registrada en el resto de centros hospitalarios públicos arroja una cifra de 793 puestos menos, lo que «supone una verdadera reconversión y el ERE más lesivo que se ha llevado a cabo en ninguna empresa malagueña, pública o privada», según González.

Además, el informe señala que Málaga está a la cabeza en tiempo de demora para intervenciones quirúrgicas, aunque «hay menos pacientes en las listas de espera». Sólo en las intervenciones recogidas en el Decreto de 180 días, la demora media ha pasado de 54 a 61 días, si bien hay casi mil pacientes menos esperando.

En el repaso de los proyectos sanitarios que se han quedado por el camino, CCOO rescata el Chare de Mijas y Estepona, anunciados en 2003 y 2007, respectivamente, y de los que «no se ha colocado ni una piedra»; el CARE de Torremolinos, que ha caído en el olvido; la construcción de un nuevo hospital en R0nda, en construcción, pero sin fecha de apertura; la ampliación del Hospital Costa del Sol, planteada en 2007 y cuyas obras están paradas; o la ampliación del Civil, proyecto que fue absorbido por el del macrohospital, del que no hay nada.

En los últimos diez años, la única infraestructura sanitaria especializada nueva es el Chare de Benalmádena, mientras que sobre el Hospital del Guadalhorce, que se anunció en 2005 y cuyas obras finalizaron hace casi dos años, sólo se conoce que la Junta confía en abrirlo antes del final de la presente legislatura, osea, antes de marzo de 2016.

Ante este panorama, González afirmó ayer que CCOO va a convocar de forma inminente la Plataforma Social de Málaga para «obrar en consecuencia» y frenar esta «privatización silenciosa».