La multinacional de capital canadiense CNWL Oil ha recibido y estudia hasta 35 alegaciones presentadas por entidades y particulares ante la publicación en julio del Estudio de Impacto Ambiental sobre las prospecciones previstas frente a las costas de Nerja y Torrox para buscar yacimientos de gas bajo el fondo marino.

La misma entidad ha querido pedir desde estas páginas «tranquilizar» a la población de las costas de Málaga y Granada, «porque en ningún caso guarda relación lo ocurrido en Castellón con lo que en un futuro pudiese suceder en virtud de este permiso que el Ejecutivo central concedió en la anterior legislatura». Al respecto, la empresa ha subrayado que frente a la Axarquía «no cabe el almacenamiento de gas que se ejecuta en tierras levantinas». Y se apunta además: «En una primera fase tenemos permiso para intentar localizar gas, de manera que si no encontramos, nos marcharíamos de la zona. Y en todo caso, si lo hubiese, empezaríamos una posterior campaña para sondear la zona y ver si es viable la instalación para extraer el gas. En ningún caso para almacenarlo bajo el mar».

Como ya avanzó La Opinión de Málaga, el actual Estudio de Impacto Ambiental presenta como principal novedad que las sondas no podrán acercarse a menos de 12 kilómetros de la línea costera, frente a los 3,5 iniciales. Dicha modificación supone que se recorta, de 1.755 kilómetros cuadrados a 1.189 -aproximadamente un tercio-, la superficie que se vería afectada en caso de que se otorgue definitivamente dicho permiso, solicitado y aprobado por el Estado a finales de 2010. Estas modificaciones partieron de la petición de administraciones públicas y hasta de la Diputación malagueña para que este tipo de investigaciones afecten lo mínimo posible a sectores fundamentales de la economía de la zona como son el turístico o el pesquero.

Los límites de la investigación están marcados por las líneas fijadas en la localidad torroxeña de El Morche, al subrayarse que se delimita el principal caladero de la zona, el del monte marino Seco de Torrox, situado a más de 30 kilómetros de distancia de las playas; y por el Cabo Sacratif, en Motril. La línea occidental se cierra a 14 kilómetros del puerto motrileño.

La multinacional ya presentó el proyecto ante los ayuntamientos de Vélez Málaga, Motril, Almuñécar o Rincón de la Victoria y está previsto que en una próxima visita también sea mostrado a los de Nerja y Torrox. Y remarca que este tipo de actuaciones presentan «estrictas limitaciones internacionales, como las exigidas por países de marcado carácter ecologista como Inglaterra o Noruega a yacimientos del Mar del Norte».

A pesar de estas indicaciones, Nerja dictaminaba favorablemente en septiembre, por unanimidad de todas las formaciones (PP, PSOE e IU), una moción donde se insta al Gobierno central a que cancelara los permisos «para la realización de prospecciones de gas e hidrocarburos en el litoral».