La Universidad en la encrucijada. En la cuerda floja. Al límite. El escenario no es precisamente bueno. La rectora de la UMA, Adelaida de la Calle, describió un futuro bastante negro para la educación superior en España, para la investigación y la transferencia de conocimiento, si no cambian, y lo hacen pronto, las políticas de austeridad del Gobierno de la nación. No defraudó ayer en su discurso. Volvió a recurrir a la reivindicación para dar la bienvenida al nuevo curso académico 2013/14. Y tuvo para todos. También para la Junta de Andalucía, cuyo consejero de Economía e Innovación asistió a la ceremonia.

La situación que vive la Universidad bien lo merece. Es más, según De la Calle, su supervivencia «está en juego». Por eso reclamó a la Junta que se ponga al día y pague lo que debe -el año pasado debía 750 millones a las 10 universidades andaluzas-; y al Ministerio de Educación que «escuche los gritos desesperados»de los investigadores, abandonados a su suerte con los recortes en I+D+i.

«No importa que tilden mi intervención de reivindicativa, lo prefiero a que me cataloguen de pedigüeña», dijo la rectora durante su intervención, que sirvió para clausurar el solemne acto académico. Y ya que tenía sentado a su lado al nuevo consejero de Economía e Innovación de la Junta, José Sánchez Maldonado, malagueño y profesor de la UMA, aprovechó para pedirle que contraiga el compromiso formal de cumplir los acuerdos suscritos con José Antonio Griñán, anterior presidente del Gobierno andaluz. «La economía se gestiona en círculos concéntricos y los pagos de unos garantizan las deudas de otros y son la esperanza de futuro de emprendedores y profesionales que producen y consumen, revitalizando la economía de la comunidad y el país», destacó De la Calle.

La rectora también pidió que se potencie la función de coordinación de las universidades y que se lleve a cabo el desarrollo de la Ley Andaluza de Universidades. También, que se encuentre un sistema que impulse la especialización de las universidades, que evite duplicidades, y un modelo de financiación que se vincule a la obtención de resultados y que premie al que mejor gestione sus recursos, la docencia, la investigación y la innovación. En esto, la UMA saldría claramente favorecida.

Entre los reproches al Gobierno central, la rectora de la Universidad de Málaga señaló que con las políticas de austeridad «volvemos a perder la rueda del futuro», citando a Ortega y Gasset. «El camino que dejamos de recorrer va a suponer un retraso histórico y un perjuicio irreparable para nuestro país y para su dependencia económica y científica de otros Estados que va a incrementar la brecha de investigación con respecto a los países menos desarrollados. Ya ha disminuido nuestra producción científica y pronto se notará en esos rankings que tanto preocupan al Gobierno», explicó.

También advirtió de que la Universidad corre el riesgo de descapitalizar el conocimiento, al no poder contratar nuevos docentes, ni siquiera para cubrir las jubilaciones. Por ello, De la Calle pidió públicamente al Ministerio que la tasa de reposición se eleve al 30% este año.

«La reducción del gasto destinado a I+D+i supone perder el tren de la ciencia, la tecnología y la innovación», recriminó la rectora, que además mostró su disconformidad con las políticas de becas y ayudas de estudio, justificando así su programa de mecenazgo, para lo que pide exenciones fiscales para quienes hagan sus donativos. También se manifestó en contra del nuevo sistema de acceso a la Universidad que promueve la LOMCE.

Para concluir, De la Calle hizo un repaso de los retos más importantes a los que se enfrenta la UMA este año, como dar un nuevo impulso al CEI Andalucía Tech, potenciar el plurilingüismo, garantizar la participación de la UMA en el programa de apoyo a la competitividad, innovación e internacionalización de las pymes, o continuar con el desarrollo de un plan de sostenibilidad económica, social y ambiental. «Aspiramos al ideal académico: mejorar la docencia y la investigación, fomentar el estudio y el aprendizaje, intensificar las relaciones con el sector productivo», sentenció la rectora.