La Audiencia Provincial de Málaga ha confirmado la sentencia dictada contra una mujer que fue condenada a un año de prisión y a multa por pegar al conserje del instituto en el que estudiaba su hijo y del que iba a ser expulsado. Asimismo, amenazó e insultó a un profesor que se acercó al escuchar los gritos.

Los hechos sucedieron en noviembre de 2010. Según consta en la sentencia, un juzgado de lo Penal declaró probado que la mujer, junto con dos familiares, fue al instituto en el que estudiaba su hijo, ubicado en la capital malagueña y se dirigió al conserje «de forma agresiva». Acto seguido «le propinó varios golpes» al hombre que le produjeron un traumatismo de mandíbula y otras heridas que tardaron en curar 20 días, según señala la resolución, en la que se añade que le dijo que le iba a dar «una paliza cuando lo vieran fuera del recinto», tras lo que la víctima sufrió un trastorno ansioso-depresivo.

El secretario del instituto, también profesor, acudió ante los gritos y pidió a la acusada que parara su actitud porque si seguía llamaría a la policía, a lo que ésta le respondió insultándole y amenazándole con «sacarle los ojos», dice la sentencia, mientras «le acercaba las manos a la cara de forma muy agresiva».

Por ello, se le condenó por un delito de atentado y por tres faltas -amenazas, lesiones e injurias-; imponiéndole un año de prisión y multa de 540 euros. Además, se fijó como indemnización para el perjudicado la cantidad de 2.700 euros y se prohibió a la madre a acercarse a él a menos de 200 metros durante seis meses.

La defensa recurrió en apelación esta resolución y ahora la Sala ha rechazado totalmente el recurso presentado al considerar que los testimonios de la víctima y del profesor corroboran cómo ocurrieron los hechos «y en concreto la acción agresiva de la hoy apelante». El Tribunal rechaza que exista una errónea valoración de la prueba, como alegó la defensa, y considera que la mujer actuó en todo momento «consciente de sus actos y por tanto con pleno conocimiento de que se estaba dirigiendo a unos empleados públicos, conserje y profesor del instituto del que su hijo hasta ese momento era alumno».