El exedil del GIL Javier Lendínez, detenido el 3 de octubre en Madrid cuadro regresaba de Bangkok (Tailandia) tras cinco años huido de la Justicia, empieza a tener serios problemas. Si esta misma semana fue condenado a 15 meses de cárcel por un juzgado de lo Penal de Málaga capital, el 14 de octubre conoció que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha dictado un auto de apertura de juicio oral contra él por el caso Saqueo 2, una vez que el resto de sus compañeros, entre ellos Juan Antonio Roca y Julián Muñoz, están a la espera de conocer su sentencia, que no tardará en hacerse pública.

En una providencia fechada el 14 de octubre, la Sección presidida por Félix Alfonso Guevara Marcos, se tiene por designado a Julio Perodia como abogado de Lendínez, y se acuerda que se le notifique el escrito de acusación de la Fiscalía y de la acusación particular, para que, en diez días, pueda presentar un escrito de defensa. El enjuiciamiento será, por tanto, inminente.

Lendínez, asimismo, tendrá que prestar declaración indagatoria por el caso Malaya el próximo lunes en el Juzgado de Instrucción número 5, de tal forma que luego se dará traslado de la misma a las partes, incluida la Fiscalía, para que califique los hechos y se abra juicio oral contra él. De momento, ello quiere decir que tendrá que dar explicaciones del supuesto pago que le hizo Roca, en concreto 18.000 euros, cuando era edil de la oposición a Marisol Yagüe.

El exedil también está procesado en el caso Minutas, y tiene abiertas diversas causas urbanísticas, después de que huyera en diciembre de 2008, cuando debía entrar a la cárcel tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía de Medio Ambiente para cumplir nueve meses y acumular todos esos procesos, como hicieron otros muchos compañeros como el exregidor Julián Muñoz. Hoy, esa pena ha prescrito, pues el plazo acababa al año de ser firme, lo que sucedió en abril de 2008.

Lendínez ha pasado un lustro básicamente en Bali (Indonesia), donde, según su abogado, se dedicó a trabajar intermitentemente en el sector turístico, ámbito de actividad en el que está diplomado. Incluso, varios turistas marbellíes se fotografiaron con él cuando visitaban el país asiático.

Su letrado explicó a este periódico que huyó porque su novia sufría un cáncer terminal que finalmente se ha estabilizado, por lo que decidió entregarse; también habría pisado de nuevo suelo español porque su madre se lo pidió y le reclamó asimismo que cumpliera con lo tenía pendiente.

De momento, el exedil marbellí espera en Alhaurín de la Torre que se le acumulen todos los procedimientos que tiene pendientes para ser libre lo antes posible.