La negociación del convenio colectivo de Limasa sigue sin avances tras la reunión mantenida este viernes, en la que las posturas de trabajadores y empresa continúan distantes. Ante esto, se han emplazado a un nuevo encuentro el próximo jueves, 24 de octubre.

Desde el comité de empresa han subrayado que el ahorro de seis millones de euros para 2014 "no puede ser a costa de los trabajadores". "Hay más partes implicadas y todos tenemos que hacer ese esfuerzo", han señalado a Europa Press, lamentando que, pese a las negociaciones mantenidas hasta ahora, "estemos en el mismo punto de partida".

Así, siguen defendiendo prorrogar durante 2014 el laudo dictado para 2013 el pasado mes de marzo por el árbitro designado por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) de la Junta, una medida que el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, ya expuso que "no sería una buena solución", en tanto que "no ha satisfecho a nadie, ni al Ayuntamiento ni a la empresa ni a los trabajadores".

Ante esto, desde el comité de empresa han dicho no entender "cómo aplicando el laudo desde mediados de marzo sí se cumplían las expectativas de ahorro y ahora desde el 1 de enero no". "Entramos en los dimes y diretes y las posturas se van radicalizando", han advertido.

Entre las medidas propuestas por el Ayuntamiento, se encuentran una rebaja salarial para 2014 en función de la categoría profesional: de unos 40 euros netos al mes en el caso de los operarios, en torno a 80 euros para mandos intermedios y de alrededor de 160 para superiores y directivos, así como la eliminación de la paga de productividad.

Otras opciones para lograr ese ahorro pasan por el hecho de que la plantilla se coja las vacaciones durante todo el año, de manera que no haya que contratar a trabajadores eventuales.

El edil de Medio Ambiente ya declaró el pasado miércoles que para 2014 ha de conseguirse un ahorro de seis millones de euros, que tiene que alcanzarse con "el sacrificio de todas las partes: trabajadores, Ayuntamiento y privados".

"A todos nos han tocado el bolsillo porque los ingresos han disminuido; ahora le toca a Limasa, que estos años se ha visto ilesa de esas bajadas, pero no puede ser una isla", indicó Jiménez.

De todos modos, dejó claro que si se exige un sacrificio al trabajador, se pedirá de igual modo a la parte privada. De hecho, ésta, al igual que el Ayuntamiento --con el 49 por ciento del accionariado--, ha renunciado a sus beneficios, que se reinvierten en la propia empresa.