¿Mi cáncer se hereda?

Sólo en un pequeño porcentaje de los casos (entre el 5 y el 10%) se hereda un cierto riesgo. El oncólogo recoge los antecedentes familiares y, si hay sospecha, informa sobre qué hacer al paciente.

¿Me van a hacer una mastectomía?

El diagnóstico precoz contribuye a que los tratamientos sean menos invasivos y las cirugías menos agresivas. La mastectomía no siempre es necesaria. Va en función del tumor, y, a veces, se puede reconstruir la mama en el mismo acto quirúrgico.

¿Cómo me va a afectar la reconstrucción mamaria?

La reconstrucción no es un capricho estético. Una de sus finalidades es restaurar la imagen corporal de la mujer porque le ayuda a enfrentarse mejor a la enfermedad. No afecta negativamente al pronóstico de la enfermedad.

¿Se me va a caer el pelo?

La mayoría de las quimioterapias empleadas en cáncer de mama producen alopecia, pero ello no es sinónimo de una mayor agresividad del tratamiento.

¿Podré teñirme el pelo cuando crezca?

El pelo volverá a crecer entre dos y tres meses después de haber finalizado el tratamiento. Saldrá más denso, rizado y canoso. En los primeros meses se debe evitar el uso de tintes con amoniaco.

¿Qué es el ganglio centinela?

Con el ganglio centinela intentamos averiguar si el ganglio más próximo al tumor está afectado o no.

¿Qué es un linfedema?

Es la hinchazón que se produce en la zona del brazo en la que se ha realizado la linfadenectomía (extirpación del resto de ganglios cuando hay células malignas). Para evitarlo o paliar molestias se recomienda ejercicios de fisioterapia.

¿Cuál es la alimentación adecuada durante el tratamiento?

Agua en abundancia y una dieta sana y equilibrada rica en frutas, verduras y pescado. Se recomienda legumbres, verduras cocidas, cereales, frutas, productos lácteos y fibra.

¿Puedo hacer ejercicio físico?

La hormonoterapia y la quimioterapia provocan efectos adversos a nivel muscular y osteoarticular. Se recomienda ejercicio físico moderado como andar media hora a paso rápido al menos cincos días por semana.

¿Es adecuado el tratamiento?

Tras un diagnóstico de cáncer, la incertidumbre es normal. Los tratamientos se personalizan y se adaptan a la enfermedad de cada paciente lo que permite minimizar las molestias. Buscar una segunda opinión puede ser bueno.