No hay dos personas iguales. Por supuesto, tampoco hay dos alumnos iguales. Desde siempre, en una misma clase, con un mismo profesor, recibiendo las mismas lecciones y las mismas atenciones, unos escolares entienden la explicación a la primera y a otros, sin embargo, les cuesta más esfuerzo y sacan peores notas, pese a su sacrificio. Para favorecer el éxito escolar, desde el año 2005 la Junta desarrolla un programa de apoyo por las tardes para mejorar el rendimiento de los alumnos con dificultades y en situación de desventaja socioeducativa. Unos planes que han servicio para reducir las elevadas tasas de abandono temprano en Andalucía y que, sin embargo, este año aún no se han puesto en marcha.

Equipos directivos y profesores de colegios e institutos de la provincia se extrañan de esta circunstancia, ya que a estas alturas del curso, el plan de clases de refuerzo educativo por las tardes ya había comenzado. La Delegación Territorial de Educación, no obstante, asegura que esta demora es normal y que comenzarán en noviembre.

«Hay que tener en cuenta que estas actividades educativas requieren una evaluación previa del alumnado que puede estar en condiciones de ser beneficiario de las mismas, por lo que no tiene demasiado sentido implementarlas justo al principio del curso», explica la Junta. Sin embargo, los profesores consultados por este periódico insisten en que a estas alturas ya se habían iniciado.

Estas acciones se encuentran entre los programas de cooperación territorial suprimidos por el Ministerio de Educación, por lo que la administración educativa andaluza asume en solitario su coste ya desde el curso pasado, haciendo un importante esfuerzo por mantener unos planes que están siendo muy eficaces en la lucha contra el fracaso y el abandono de los estudios.

Según Educación, a falta de los datos definitivos está previsto que el alumnado beneficiario sea similar al del año pasado, que ascendió a unos 12.000 escolares de 256 centros educativos de toda la provincia.

La tasa de abandono educativo temprano se define como el porcentaje de población de 18 a 24 años que no ha completado la Educación Secundaria y no ha seguido ningún tipo de estudio o formación. Los últimos datos de 2012 reflejan que el descenso es imparable y que, por primera vez en muchos años, empiezan a ser positivos en una región que partía con una clara desventaja sobre el resto y con unos índices de analfabetización muy elevados. Puede parecer aún cifras altas, pero es meritorio que en los últimos seis años el abandono educativo ha descendido casi 10 puntos, pasando del 38,1% al 28,8%, según informó Educación. Es decir, por primera vez en la historia, esta tasa baja del 30%.

Lo más significativo, sin embargo, puede ser que Andalucía ha pasado a estar a cuatro puntos de la media española, cuando hace un lustro la diferencia era de ocho puntos. La Junta reconoce que es necesario continuar bajando esta tasa, «aunque su evolución sea positiva y la distancia con España que parecía que era estructural se está recortando sensiblemente».

Andalucía, además, ya no está a la cola. En estos momentos se sitúa por delante de Baleares y Extremadura. Y en contra de lo que pudiera pensarse, el comportamiento del resto de comunidades no es de mejora general. Si se comparan los datos de 2012 con los de 2011, hay comunidades que incrementan su tasa de abandono: Extremadura empeora un 2,6%, Galicia un 2,3%, Madrid un 2,4 % y Navarra un 1,3%.

Mientras España con respecto al curso anterior mejora un 1,6%, Andalucía lo hace un 3,7%, es decir, la región mejora la tasa de abandono el doble de lo que lo hace el resto.