La Audiencia Provincial de Málaga ha absuelto a once miembros de un clan que se dedicaba a facilitar los medios para que otras redes criminales traficasen con droga o, incluso, ellos mismos participaban en esas actividades delictivas. La absolución está motivada porque las conversaciones telefónicas grabadas con orden judicial provenían de otra investigación previa que nada tiene que ver con ésta, por lo que se vulneraron los derechos constitucionales de los encausados.

Según consta en la sentencia, como consecuencia de esas grabaciones se supo que los encausados eran miembros de una misma familia y vivían en la urbanización Huerta del Prado, en Marbella, y «constituían un grupo organizado que a lo largo del tiempo se dedicaban, con la intención de enriquecerse, a favorecer la actividad delictiva de muy diversas personas facilitándoles los vehículos que éstas empleaban para sus ilícitas actividades».

Éstas estaban relacionadas en su mayoría con el tráfico de drogas y estupefacientes y delitos contra el patrimonio. El grupo les aseguraba una cobertura para que estos individuos no pudieran ser identificados ni relacionados con tales actividades, «a cambio de dinero o de efectos procedentes de éstas, llegando, además, a participar los acusados en algunas ocasiones en los hechos delictivos», consta en el apartado de hechos probados de la sentencia.

En la misma se recoge que la Guardia Civil interceptó una furgoneta que llevaba 1.727 kilos de hachís que hubiera alcanzado un valor en el mercado ilícito de 2,4 millones de euros, entre otros golpes derivados de las escuchas, que permitieron además la realización de numerosos registros domiciliarios.

Pese a ello, todas las defensas solicitaron la nulidad de las grabaciones telefónicas de la que salía la prueba fundamental, puesto que los indicios del primer oficio policial por el que se solicitaron las primeras autorizaciones para intervenir los teléfonos provenían de otra causa, sin que se hubiesen aportado, dice la Audiencia, a la causa los autos y el juicio sobre la legalidad de esas grabaciones. Por ello, todas han sido declaradas nulas.