El sector privado malagueño adeuda a los bancos en préstamos hasta un 81% más de lo que tiene ahorrado en depósitos, una ratio altísima pero que por lo menos corrige ya en parte el escenario que se alcanzó justo al comienzo de la crisis, cuando en plena vorágine consumista y crediticia, las familias y empresas de la provincia llegaron a endeudarse hasta un 135% por encima de su nivel de ahorros, según las series estadísticas del Banco de España. Por decirlo en números reales, el sector privado tiene concedidos actualmente 37.335 millones de euros en créditos por los 20.606 millones registrados en depósitos.

La ratio de Málaga, en cualquier caso, sigue muy por encima de la media española -que en los últimos trimestres se mueve entre el 13% y el 29%- y revela, según explican fuentes financieras y empresariales, dos cosas acerca de la economía provincial: la buena es que, dentro del contexto de crisis, existe un gran dinamismo por parte de las empresas y un continuo volumen de negocio; la mala, que el sector necesita desapalancarse y basar mucho más su actividad en recursos propios, tal y como viene exigiendo en los últimos tiempos la troika, formada por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).

«La inversión prácticamente dobla a los recursos. En una economía como la malagueña eso siempre ha sido un reflejo de su dinamismo, lo que ocurre es que cuando llega una crisis y un ciclo recesivo eso también termina afectando. Hay muchas críticas a los bancos acusándoles de no dar créditos, pero es la propia troika la que está exigiendo a los bancos que sus ratios de préstamos y depósitos baje, con una orden general de Bruselas de propiciar el desapalancamiento», explican fuentes del sector financiero.

La composición del tejido productivo malagueño, muy dependiente del sector servicios y de la ahora desaparecida construcción, también contribuye a esta dinámica. De hecho, hay regiones como Asturias, Galicia o Castilla y León, definidas por los expertos como «economías mas conservadoras», donde la situación es opuesta a la de Málaga, con un sector privado que tiene ahorrado por encima de lo que maneja en créditos.

Según comentan estas fuentes, el futuro debe incidir necesariamente en un estrechamiento de los márgenes entre créditos y depósitos. Es decir, que pese a lo acuciante de la crisis, las familias y empresas deberían aumentar sus recursos y tratar de seguir desendeudándose. ¿Algo imposible?

«Es difícil pero trata de buscar un equilibrio que vendría muy bien para la economía. De hecho, ya está pasando que está subiendo el porcentaje de beneficio empresarial de las empresas gracias al desendeudamiento y el ahorro de los hogares, aunque a costa de la caída del consumo», apuntan. En los últimos doce meses, por ejemplo, los depósitos han repuntado de forma interanual por primera vez desde 2008 (en concreto, un 5%).

Poco músculo, poco crédito

Todo esto, por supuesto, son los deseos macroeconómicos. Otra cosa es la realidad del día a día, donde empresarios y autónomos llevan años lamentando el estrangulamiento financiero al que se están viendo sometidos. El presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara, reconoce que la economía provincial ha dependido siempre en exceso de la financiación bancaria, pero se queja también de que el grifo del crédito se haya cerrado de forma indiscriminada para todos los proyectos, ya fueran más o menos solventes.

«Puede que haya existido poco músculo financiero propio y que nuestra debilidad sea la dependencia excesiva de los bancos, más aún con el problema actual de la morosidad, pero aun así creo que la ratio créditos/depósitos está en parámetros razonables», apunta González de Lara. Málaga, desde luego, está sólo un poco por encima de la tónica andaluza, cuyo sector privado está endeudado un 79% por encima de sus volumen de depósitos.

El responsable de la CEM destaca aún así que el comportamiento de las empresas está siendo «heroico» frente el drástico recorte de la financiación. De hecho, el crédito al sector privado en Málaga ha caído en los últimos tiempos a un ritmo de hasta 1.000 millones de euros por trimestre, lo que ha supuesto un descenso de casi un 23% en relación a los topes de 2008. El nivel del crédito en la provincia alcanzó en junio de ese año un récord histórico de casi 47.500 millones. Cinco años después, el nivel ha bajado en casi 10.000 millones, retornando a las magnitudes de 2006. Tan sólo el repunte de 700 millones en el volumen de crédito registrado en el último trimestre puede hacer albergar esperanzas de que el ajuste haya concluido. La CEM calcula que hasta el 65% de los cierres de empresas que ha habido en Málaga por la crisis -unas 11.000- han tenido como causa principal las dificultades para financiar o refinanciar sus pólizas. Y el colectivo de autónomos ATA añade que sólo un 22% de los autónomos que acuden a un banco logra el crédito buscado. Otro 27% lo consigue pero reduciendo sus necesidades de financiación y al 51% restante se les niega todo.