Los representantes socialistas Miguel Ángel Heredia, María Gámez y Francisco Conejo han pedido responsabilidades políticas tras los actos producidos contra la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en la celebración del décimo aniversario del museo Picasso.

Heredia ha manifestado que el PSOE inquirirá en una sesión de control en el Congreso de los Diputados para pedir una explicación de cómo se sabía el lugar y la hora en el que iba a estar la presidenta, un dato que sólo podría saber el personal de seguridad de Díaz, el propio partido socialista y la Subdelegación del Gobierno.

Por su parte, Gámez afirmó que la acción de insultar y zarandear el coche de la presidenta en la Junta fue un ataque a la democracia y que enfureció un acto tan importante como el aniversario del museo Picasso.

Conejo pide la destitución de los tres cargos de Diputación El portavoz socialista en la Diputación de Málaga, Francisco Conejo, ha adelantado de que su grupo presentará una moción en el próximo pleno para pedir la destitución de dos vicepresidentes y un diputado

Conejo ha señalado, que los implicados en el escrache a los que va a pedir la dimisión son la vicepresidenta primera, Francisca Caracuel; al vicepresidente cuarto, Francisco Oblaré, y al diputado provincial José Alberto Armijo.

Caracuel y Armijo entraron en las instalaciones del hotel NH de Málaga, según el PSOE, "presionando al personal de recepción para saber la habitación de Susana Díaz", y Oblaré mantuvo el altercado con los escoltas de la presidenta cuando intentó entregarle una carta durante el acto institucional del Museo Picasso. Conejo ha considerado que los vicepresidentes, diputados provinciales y cargos de confianza de la Diputación de Málaga implicados en estos episodios "han incurrido en una gravísima falta derivando su acción a posiciones radicales y extremistas, nunca vistas en esta provincia".

El dirigente socialista ha manifestado que el presidente de la Diputación y presidente del PP en Málaga, Elías Bendodo, no acudió al acto porque "sabía lo que iba a pasar" y ha dicho que el objetivo era "boicotear el acto del museo y usarlo como caja de resonancia para manchar a la Junta de Andalucía".