Virus y Boa ya se han puesto en marcha para dar caza a los picudos rojos en las más de 2.360 palmeras de la ciudad. Estos dos perros, uno de raza belga y otro de raza bóxer, fueron ayer los encargados de hacer una demostración a través de un ejercicio de olfateo de la plaga. Según explicó el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, Virus será el encargado de localizar las larvas en las palmeras de tres metros de altura, un proceso que será ampliado en los próximos meses a árboles con más altitud.

Este sistema es pionero en Europa y hace que los perros sean capaces de advertir la presencia del insecto incluso en estado larvario, un proceso que ahorraría que las palmeras sufrieran un posterior deterioro.

Los canes están adiestrados para detectar el ataque de este insecto invasor en la base o el tronco de la palmera, un lugar en el que es prácticamente imposible visualizar la plaga a simple vista.

Entrenamiento de los perros Los perros comienzan su entrenamiento en torno a los 15 meses de edad. Para ello, se seleccionan canes con carácter equilibrado, que hayan superado técnicas de aptitud para su adiestramiento basadas en el instinto de cobro, sentido de posesión de objetos y valor ante la amenaza de un extraño.

Los animales que ofrecieron ayer la demostración han sido entrenados por la empresa Lucaplant, con el objetivo de anticipar sus actuaciones al ojo del especialista en cuanto a la sintomatología de la palmera, ya que cada vez son más numerosos los casos detectados de ataque de este insecto invasor por la base o tronco de la palmera, que son prácticamente imposibles de detectar visualmente hasta que la sintomatología es extremadamente evidente, y por lo tanto, podría ser tarde para actuar y salvar a la palmera.

El protocolo de actuación para la Prevención y Lucha contra el Picudo Rojo contempla dos tipos de tratamientos: preventivos y curativos. Por un lado, los tratamientos preventivos químicos que utilizan sustancias activas autorizadas para palmeras y zonas verdes, mezclando el caldo de tratamiento con sustancias activadoras de la vegetación y fungicidas. Por otro lado, los tratamientos preventivos biológicos, que se sirven de hongos entomopatógenos en la fase de trampeo, que se establecen en zonas en las que sólo se aplicarán nematodos entomopatógenos entre los meses de octubre a mayo, los cuales serán supervisados por especialistas para garantizar la eficacia del tratamiento.

Ésta es una de las plagas más agresivas contra las palmeras de la ciudad, que, pese a todo, gana cada año la batalla.