"La Cónsula comenzará las clases el próximo lunes con total y absoluta normalidad". Así lo ha asegurado esta mañana la delegada de Educación de la Junta, Patricia Alba, quien añadió que las prácticas del restaurante se retrasan al martes por los pedidos que hay que hacer a los proveedores. El inicio de curso, que arrancará ocho semanas después de lo previsto, será posible después de que la administración andaluza "se haya puesto al día en los pagos que tenía pendientes con diferentes consorcios de toda la región", entre los que estaban La Cónsula y La Fonda, "y de sacar adelante la oferta formativa que se ajusta plenamente a la normativa, a las horas lectivas y a la excelencia" propias de las escuelas de la Costa del Sol. En el caso de la segunda, Alba no puso fecha de inicio de curso, aunque sí insistió en que también es inminente.

Este anuncio pone fin al plazo que la Junta de Andalucía se impuso a sí misma para cumplir con los alumnos de La Cónsula. A pesar de la reiteración en su promesa, formulada por varios representantes políticos, incluida la presidenta del Gobierno Andaluz, Susana Díaz, las clases, que acumulan un retraso de más de cuarenta días, no serán retomadas en este mes de octubre y sí a principios de noviembre.

Los alumnos, que en los últimos días han protagonizado una escalada creciente de movilizaciones, tienen previsto reunirse hoy para examinar la situación ya que no tenían conocimiento de la convocatoria para hoy de la delegada de Educación. La vuelta a las aulas requiere un aviso previo de, al menos, un día, por lo que, en el mejor de los casos, y contando con que la Junta resuelva hoy el asunto, el curso no arrancará hasta noviembre. Ayer en todas las partes implicadas consultadas por este periódico, incluida la delegación, se oyó una respuesta idéntica: no hay ninguna novedad. El desencuentro, por tanto, continúa en el mismo punto, con el Gobierno Andaluz asegurando que las clases se iniciarán de manera inminente, aunque, eso sí, ya y para siempre fuera del plazo establecido.

Las clases, que debían haber comenzado oficialmente el pasado 9 de septiembre, acumulan retrasos sucesivos provocados, en primera instancia, por el traspaso de las competencias relativas a la escuela a la Consejería de Educación, Cutura y Deporte, y la deuda económica de la administración, que ya el pasado julio obligó al complejo a cerrar temporalmente el comedor y suspender las clases prácticas de cocina. Una vez solventado el problema económico -el BOJA publicó el 15 de octubre una orden de pago con la subvención correspondiente al consorcio- la demora se ampara en la puesta a punto diplomática, que no acaba de arrancar, pese a que el centro ya ha enviado a la administración su programa lectivo para el curso. El retraso ha provocado un severo descalabro en los planes de los alumnos, que suman, en algunos casos, un perjuicio económico que añadir a la incertidumbre. Muchos de los estudiantes proceden de otros puntos de Málaga, e, incluso, de diferentes provincias andaluzas, y llevan desde el pasado septiembre pagando alquiler.