La obertura de La flauta mágica de Mozart permanece reverberando en las alturas, rozando con sus notas, de una alegría contagiosa, los frescos de la sala de conciertos del Antiguo Conservatorio María Cristina.

Ayer se encontraban en pleno ensayo los miembros del grupo Harmonienmusik, que el próximo domingo 3 de noviembre, a las 12, inauguran con una selección de piezas de la famosa ópera de Mozart el ciclo de Música de Cámara Solidaria. El nombre del grupo hace referencia a las formaciones musicales de viento que en las cortes europeas pequeñas del XVIII ofrecían transcripciones y adaptaciones de óperas, sinfonías y ballets, sin necesidad de contar con una gran orquesta y con cantantes.

Este domingo se escucharán las piezas y arias más famosas de La flauta mágica en su versión instrumental gracias a un octeto de viento (dos fagot, dos trompas, dos clarinetes y dos oboes) y un contrabajo.

Será un concierto especial por varias razones. La primera de ellas porque con él comienzan las matinées musicales, la posibilidad de escuchar música clásica los domingos por la mañana, algo que, como recuerda Frederik Ghijselinck, solista belga de flauta y portavoz del colectivo de músicos, es una costumbre muy común en Europa que no existía en Málaga. «Antes de trabajar en Málaga he trabajado 13 años en Milán y antes en Bélgica, en toda Europa se hace esto, conciertos de una hora los domingos, pero aquí no había nada de este tipo», destaca.

Con este motivo, un grupo de músicos profesionales, muchos de la Orquesta Sinfónica de Málaga, pero también profesores del Conservatorio, decidió juntarse para ofrecer de noviembre de 2013 a mayo de 2014, un domingo al mes, matinées musicales con un ciclo de música de cámara, y aquí está la segunda novedad: el concierto irá cada mes a beneficio de una ONG. En concreto, el 85% de la entrada (10 euros) se destinará a una ONG pues los músicos no cobrarán y el resto será para cubrir algunos gastos como la página web.

«Nos viene bien a todos porque nosotros promocionamos la música y la ONG tiene una visibilidad con un público que a lo mejor no es el suyo», explica el flautista, que además precisa que la Obra Social de Unicaja ha cedido la sala del Antiguo Conservatorio María Cristina, «la única sala de Málaga que merece el nombre de sala de conciertos», de la que destaca su estupenda acústica. Además, han colaborado el Ayuntamiento de Málaga y el Hospital Quirón.

Para José Aldecoa, gerente de la Fundación Malagueña de Asistencia a Enfermos de Cáncer (FMAEC), la propuesta de la músicos malagueños ha sido «totalmente inesperada» y supone una satisfacción el ofrecimiento a la ONG malagueña «de un concierto de esta magnitud, en un sitio tan impresionante y con músicos profesionales».

La intención de Frederik Ghijselinck es la de extender esta iniciativa benéfica fuera de Málaga. En el ciclo participan un total de 35 músicos. Para el concierto de diciembre, que se celebrará el día 1, el Malqa Trombone Quartet interpretará obras de Bach, Beethoven, Wagner, Ravel, Rósza, Kalman y Gershwin, además de danzas anónimas italianas del siglo XVI a beneficio del Banco de Alimentos y para el domingo 26 de enero, un concierto familiar con Pedro y el lobo, el cuento musical para niños de Prokofiev, a beneficio de la Cruz Roja Española.

Información y entradas en la web www.matineesmusicales.es o en taquilla.

¿Funcionarán en Málaga las matinées musicales y encima por una buena causa?, responde el solista de flauta con otra pregunta: «¿Por qué una iniciativa que puede funcionar en Berlín, Londres o Milán no puede funcionar fuera?». Mientras lanza esta pregunta la orquesta sigue ensayando y se escucha cómo Papageno, el cazador de pájaros imaginado por Mozart, inunda la sala de felicidad. El domingo a las 12, más.