El fuego no espera a que se resuelvan los contenciosos administrativos. Por eso en la barriada de Carlinda la preocupación vecinal se combate cortando de raíz los matojos que inundan el cauce del arroyo del Cuarto mientras la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento aclaran en los tribunales qué administración debe limpiar los arroyos del casco urbano de Málaga.

Es la respuesta de una comunidad de vecinos al fuego que se inició sobre las 8.30 de la tarde del pasado jueves 21 en un grupo de matojos del arroyo, sembrando la inquietud en un bloque de viviendas en el que viven 37 familias. El bloque está asomado al cauce, frente al puente que separa Carlinda de Granja Suárez. Los vecinos creen que el fuego se inició por el lanzamiento de una colilla.

«Pasamos un buen susto, las llamas estaban ya en las flores, menos mal que los bomberos tardaron en llegar 2 minutos; tuvieron que apagar el fuego desde el pequeño jardín de la comunidad porque las llamas se aproximaban al edificio », cuenta Joaquín González, presidente de la asociación de vecinos de Carlinda y vecino del bloque. El colectivo vecinal ha enviado una carta a la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía reclamando «la limpieza y el desbroce por tratarse de un arroyo», al entender que esta administración es la responsable.

El presidente vecinal explica que el Ayuntamiento limpió «hace mes y medio» un pequeño tramo del arroyo e incluso creó un pequeño cortafuegos para que las matas secas no pongan en peligro el aparcamiento de la calle Padre Martín, aunque según denuncia la asociación, no se ha preocupado por retirar la basura y el aspecto final es descorazonador.

Sigue preocupando mucho a la asociación de vecinos el tramo del arroyo del Cuarto cuyas aguas confluyen a pocos metros del bloque, en un colector casi vecino de la fábrica Salyt. Para Joaquín González, se trata de un colector sin la capacidad suficiente en caso de tromba de agua. «El año pasado se hundieron los barrotes que protegen la entrada del colector por la fuerza del agua y el barro y lo reparó el Ayuntamiento», explica.

La asociación de vecinos ve con preocupación el colector pequeño y la zona, rodeada de matorrales de gran altura. «Aquí cuando llueve mucho se forma un taponamiento, una piscina, y esto influye en el parque del Norte, que está debajo», advierte el presidente, que de paso pide a las administraciones que aclaren cuáles son sus competencias.

Precisamente ayer, el Ayuntamiento de Málaga anunció trabajos urgentes de limpieza en los arroyos de La Caleta, Jaboneros, Gálica, Colmenarejo, Aceiteros y Teatinos con un coste de 60.000 euros, «ante la inactividad de la Junta y la ausencia de respuesta a los reiterados escritos municipales, e incluso el recurso presentador por el Consistorio a la Sala del Contencioso Administrativo del TJSA el pasado 8 de octubre».

La nota también señala que el Ayuntamiento inicia los trabajos, «sin perjucio de que su coste sea asumido, finalmente, por la administración que los tribunales determinen que es la competente».

El Consistorio sostiene que las labores de retirada de elementos naturales (desbroce, retirada de árboles, vegetación y material natural arrastrado por las corrientes) son de competencia autonómica. Según el Plan de Prevención de Avenidas e Inundaciones, a los municipios correspondería «la recogida de residuos sólidos arrojados a los cauces públicos en tramos urbanos».

Ayer, el delegado de Medio Ambiente, Javier Carnero, discrepó de la interpretación del Ayuntamiento y negó que la Junta tenga que quitar todos los matorrales por sistema: «Que sea el juzgado el que decida pero la obligación de la Junta es mantener el cauce para que fluya el agua», declaró a La Opinión. En Carlinda no han esperado a la sentencia. Les va la vida en ello.