El número de mujeres maltratadas que sufren algún tipo riesgo ha descendido un 68% en diez meses en Málaga, provincia que sin embargo suma la mitad de las diez víctimas mortales registradas en Andalucía en lo que va de año. Así lo dice el balance del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VdG o VIOGÉN) disponible en el boletín estadístico mensual del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que a fecha de 31 de octubre sumaba 855 mujeres a las que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado valoraban con niveles de riesgo -no apreciado, bajo, medio, alto y extremo-, mientras que a 31 de diciembre de 2012 la cifra ascendía a 2.575 víctimas que contaban con algún tipo de protección de la Policía Nacional o de la Guardia Civil en la provincia.

Según ese balance de octubre, lo más llamativo es el brutal descenso que se detecta en los principales niveles de riesgo en los últimos diez meses en la provincia, ya que de los 59 mujeres que sufrían riesgo extremo a 31 de diciembre de 2012 se ha pasado a un único caso contabilizado en toda Andalucía a 31 de octubre de 2013, lo que supone un descenso del 98%. La tendencia es mayor aún en el nivel alto, que pasó de los 203 expedientes que había a finales del año pasado a los dos del último balance disponible (-99%), mientras que de riesgo medio pasaron de 751 a 138 (-81,6%) y de riesgo bajo de 1.562 a 744 (-52,3%). Curiosamente, la única valoración de riesgo que aumenta es el más bajo (no apreciado), el único nivel que no requiere ninguna medida de control policial, que pasa de las 1.229 a las 2.093 (+70%) a falta de los datos d noviembre y diciembre.

Según Eva Soraya Ruiz, del Área de Formación y Cooperación del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, el descenso tan significativo en los principales niveles de riesgo se deben fundamentalmente «al buen trabajo que los cuerpos policiales realizan en el seguimiento de los casos y a que éstos cambian de estado de forma permanente». «El sistema es muy cambiante y un caso de riesgo medio puede pasar a inactivo en cuestión de horas», explica Ruiz antes de añadir que los criterios de valoración son los mismos que cuando se instauró el sistema en 2007.

Protocolo

La Valoración Policial del Nivel de Riesgo (VPNR) en un caso de violencia de género se produce en el mismo lugar de la denuncia, donde los agentes de los cuerpos policiales adscritos al programa realizan un cuestionario a las víctimas de 35 preguntas que se responderán una vez recopilada información «suficiente y contrastada» y que se compararán con el perfil que los forenses den del agresor. Una aplicación informática -bajo la supervisión final de un juez- asigna automáticamente los niveles bajo, medio, alto o extremo y deberán revisarse cada 60 días, 30 días, 7 días y 72 horas, respectivamente, o siempre y cuando lo disponga la autoridad judicial.

Cuestiones como violencia consumada o en grado de tentativa, agresiones sexuales, regularidad, a r m a s , amenazas, maltrato psicológico, daños en la vivienda, quebrantamientos de condena, etc., «permiten al programa trazar un perfil del denunciado». En esta primera parte del formulario, las posibilidades de respuestas son «no se da»; «no se sabe»; «se da poco»; «se da bastante»; y «se da totalmente». La segunda parte del formulario valorará los «indicadores infrecuentes» del agresor. Pérdida de apoyo social del mismo, adicciones, dependencia de la víctima, antecedentes de sadismo o crueldad extrema, trastorno mental acreditado, etc., son la base de esta sección. Por último, el formulario reserva nueve preguntas sobre la víctima, entre las que aparece la justificación o asunción de la violencia, el sentimiento de culpabilidad o la retirada de denuncias previas.