Los expertos afirman que si algo positivo está dejando la crisis es la obligada apuesta de las empresas por las exportaciones, tras el desplome del consumo interno. Esa dinámica, valiosa pero aún insuficiente, ha permitido que el número de firmas de la provincia que comercian con el exterior ha subido un 60% entre los años 2007 y 2013, pasando de 2.515 a casi 4.000, según las cifras de la agencia andaluza Extenda.

El aumento es significativo aunque el problema es que siguen siendo muy pocas, las empresas que exportan de forma regular y significativa. Porque si se excluyen operaciones meramente puntuales o anecdóticas, los datos de Extenda arrojan que sólo 615 empresas en Málaga se dedican al comercio exterior de manera continua, es decir, como estrategia de negocio. De hecho, se estima que este núcleo de empresas es la responsable de hasta el 85% de las exportaciones malagueñas, lo que deja bien claro que el resto compañías, pese a que todas las operaciones de comercio exterior son valiosos, se mueve en números muy pequeños.

Además, y teniendo en cuenta que en Málaga hay en el entorno de unas 50.000 empresas dadas de alta en la Seguridad Social, el porcentaje de internacionalización real resulta mínimo: apenas del 1,2%. La tasa es aún más pobre (0,6%) respecto a las más de 100.000 actividades comerciales -aquí se incluyen también sociedades mercantiles- que la Cámara de Comercio computa en la provincia.

«Lo cierto es que desde la perspectiva empresarial, aún estamos muy lejos de poder contemplar a nuestra provincia como una potencia exportadora, debido fundamentalmente al corto número de empresas que efectúan negocios en el exterior, aunque cada vez sean más las que se animan a ello», comentaba recientemente en las páginas de este periódico el presidente de la Cámara de Comercio de Málaga, Jerónimo Pérez Casero ¿A partir de qué cifra podríamos hablar de un umbral aceptable de exportación? El organismo cameral siempre ha apuntado opina que el número de exportadores regulares debería estar en torno al ??? del empresariado de la provincia, lo que equivaldría a unas ?.??? empresas, diez veces más que ahora.

De déficit a superávit

Al margen de estas consideraciones, lo cierto es que el repunte de las exportaciones y la caída del consumo interno han dado un vuelco a la balanza comercial malagueña, que ha pasado en cinco años de marca un endémico déficit a presentar cifras de superávit, un efecto estadístico impensable en una economía de servicios basada principalmente en el consumo. La diferencia entre importaciones y exportaciones, que durante años encadenó déficits de hasta 950 millones de euros por ejercicio, se mueve ahora en saldos favorables que en 2012 alcanzaron los 117 millones de euros y que en este 2013, a fecha de septiembre, ya superan los 150, según las estadísticas de Extenda.

El radical cambio de tendencia obedece tanto a la caída del consumo interno por parte de familias y empresas, que ha reducido de forma imparable el fujo de importaciones, como al incremento de las exportaciones.

En el apartado importador, si ya el pasado año 2012, la demanda eterna del sector privado en Málaga presentaban una bajada del 35,5% respecto a los años de bonanza económica, en este 2013 han vuelto a caer de momento otro 7,8%, con sólo 915 millones hasta septiembre.

La otra cara de la moneda la presentan las exportaciones (1.045 millones hasta septiembre), que se mantienen en un nivel muy alto a pesar de estar algo por debajo del ritmo récord que marcaron en 2011 (cuando cerraron el ejercicio con casi 1.500 millones). Sí se mantienen este año un 40% por encima de lo que se facturaba en 2006 y 2007, cuando la mayoría de las empresas malagueñas lo fiaban todo al mercado interno.