Los 297 trabajadores que quedan en Isofotón votarán hoy en asamblea si consideran suficientes o no las condiciones del preacuerdo sobre el ERE de extinción alcanzado a última hora del pasado martes entre sus representantes laborales y los abogados de la empresa. El respaldo al preacuerdo supondría el despido efectivo de la inmensa mayoría de trabajadores el próximo 14 de enero, aunque un colectivo de 20 personas se quedaría hasta final de mes para realizar tareas de contabilidad, mantenimiento e inventariado. Según explicó ayer el representante del CSIF en la compañía, Miguel Ruiz, la asamblea dará comienzo a las 10.30 de la mañana en el patio de oficinas de la empresa y la votación será secreta, con urnas y papeletas.

En caso de aprobarse el preacuerdo, los representantes laborales tenían previsto reunirse con los abogados de la empresa nada más acabar la asamblea para ratificarlo. Ruiz, sin embargo, explicó ayer que esa reunión finalmente se celebraría el viernes o el lunes, ya que así lo ha pedido la compañía.

Si la asamblea de trabajadores, por el contrario, no da su visto bueno al preacuerdo, la hoja de ruta pasaría por la apertura del periodo de consultas del ERE, que daría lugar a un plazo de 30 días de reuniones entre el comité de empresa y los abogados de Isofotón para alcanzar un acuerdo.

El preacuerdo del ERE establece como condición indispensable que la empresa abone a cada trabajador un mes de Salario Mínimo Interprofesional (SMI), establecido en unos 645 euros. La empresa se ha dado de plazo hasta el viernes de la semana que viene para encontrar esta cantidad, que equivale a 192.000 euros. Con este dinero, considerado un pago a cuenta de los salarios que adeuda la compañía, se pretende «tirar» hasta la tramitación del desempleo. Los trabajadores pedían de inicio 2.000 euros por trabajador.

La compañía debe a la plantilla las nóminas de septiembre, octubre y noviembre y las pagas extra de verano y navidad, a lo que sumará estos días la nómina de diciembre.

Ruiz explicó que la aprobación del preacuerdo permitiría que los trabajadores pudieran empezar a tramitar en enero la solicitud del paro, algo que se dilataría al menos hasta el mes de marzo en caso de tener que negociar el ERE. También hay un compromiso por parte de los administradores concursales para agilizar en un plazo máximo de tres semanas todas las tramitaciones ante el Fogasa, de modo que la plantilla pueda ir reclamando sus liquidaciones y los salarios pendientes.

La indemnización para los trabajadores establecida en el preacuerdo es la mínima que permite la ley: 20 días para cada uno por año trabajado, una deuda que la empresa y los administradores concursales se han comprometido a certificar para que la plantilla pueda acreditarla ante el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), que se haría cargo de una parte proporcional.

Con el preacuerdo, los trabajadores dispondrían de permiso retribuido por parte de la empresa, por lo que no tendrían que desplazarse a diario a la sede hasta que sus despidos se hagan efectivo.

El sindicato CCOO añadió ayer que en el preacuerdo se marca también que recibirán información sobre el circulante que entre en la compañía para, a través de los administradores, solicitar que si se cobra dinero de ventas hechas a partir de agosto, una parte se destine a pagar las nóminas atrasadas.