El presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, se negó ayer de manera taxativa a condonar al Ayuntamiento el pago de la tasa de ocupación del futuro museo Pompidou, que se ubicará en el edificio acristalado y con forma de cubo del Muelle 1 del puerto. Plata aseguró que el cobro de ese impuesto, que asciende a alrededor de 235.000 euros, responde a una obligación tributaria prevista por la ley y que, por lo tanto, en su opinión, resulta «irrenunciable». No obstante, se mostró dispuesto a negociar su satisfacción mediante una rebaja equivalente en algunas de las obligaciones que la institución mantiene con el Consistorio -el puerto abona anualmente 840.000 euros en concepto del IBI-.

El responsable de la gestión portuaria, que estuvo acompañado por José Miguel Moyano, quien estrenó frente a la prensa sus nuevas atribuciones como director de la entidad, recordó que la tasa ya cuenta con un descuento aplicado del 50 por ciento. Un privilegio, este último, que la legislación reserva para las instituciones públicas. «El puerto no puede prescindir del dinero del canon, pero es que legalmente tampoco puede dejar de hacerlo» , reseñó.

Tanto Plata como Moyano insistieron en que ceder a las pretensiones del Consistorio, que ya ha anunciado que no tiene la más mínima intención de hacer frente al pago, supondría una vulneración de la ley similar en forma e intensidad al incumplimiento de otras obligaciones, entre las que figura el propio IBI.

Con el museo todavía en plena fase embrionaria, las posturas, en este punto, parecen encontradas. Plata, empero, señaló que, en cualquier caso, la posible desatención de la tasa por parte del Ayuntamiento no implicará el bloqueo del proyecto. «Nosotros entregaremos el edificio con independencia de que se pague o no; la negociación irá en paralelo», apuntó. El presidente de la Autoridad Portuaria mostró, en este sentido, su predisposición a colaborar para encontrar la solución más favorable para el Consistorio y para un museo, el Pompidou, que considera extraordinariamente valioso para la economía de la región y de la propia infraestructura portuaria. «Estamos porque se desarrolle y que sea un éxito pero cumpliendo la ley», indicó.

Al canon de ocupación se suma la exigencia del 20 por ciento de la tasa de actividad. Plata enfatizó que el puerto ya se ha mostrado generoso con los intereses de la ciudad en otros frentes, como el desarrollo del paseo marítimo Antonio Machado, que se eleva sobre 13,5 hectáreas propiedad de la autoridad portuaria.

Durante su comparencia ante los medios, el presidente de la sociedad también se refirió a dos proyectos pendientes de ejecución: el puerto deportivo de San Andrés y la ampliación del Club Mediterráneo. Sobre el primero, se hizo eco de las informaciones que apuntan al supuesto interés de un promotor privado. Además, recordó la importancia de su construcción, que supondría una inversión de 23 millones y permitiría a Málaga contar con un espacio con un número similar de atraques al de Marbella -en torno a 900-. Para Plata, se trata de una gran oportunidad para construir una especie de parque de yates de recreo para Madrid, dada la cercanía entre los terrenos y la estación AVE.

En cuanto al Club Mediterráneo, anunció que ya se ha otorgado la concesión para llevar a cabo la obra, que podrá iniciarse en cualquier momento. El responsable de la Autoridad Portuaria, que agradeció a la organización náutica su colaboración con el crecimiento del puerto, instó, eso sí, a concluir la construcción con la mayor celeridad posible, puesto que, en la misma zona de desarrollo del Club Mediterráneo, está prevista la extensión de las antiguas bocanas, que supondrá un desembolso de alrededor de un millón de euros. El dinero, aportado por Europa, debe ser amortizado antes del final de 2015.

Como ya adelantó este periódico en su edición del jueves, el puerto cerrará el año con alrededor de 1,6 millones de euros en pérdidas. Una cantidad que, si bien no resulta, ni mucho menos, positiva, supone una reducción de la deuda de 900.000 euros respecto a 2012.

Los malos resultados obedecen al descenso generalizado de la actividad. En los últimos doce meses, el tráfico de la terminal descendió en un 44 por ciento, registrándose las mayores caídas en el movimiento de líquidos a granel

(-35%), avituallamiento y pesca (-13,5%) y pasajes (-13,2). En este indicador cobra especial trascendencia la bajada, en más de veinte puntos, del número de cruceristas, que se ha visto lastrado por el repliegue de la compañía Royal Caribbean.

En general, el puerto pasó de recibir 1.816 barcos a trasegar con 1.600. En el aspecto positivo, sin embargo, destacan los fuertes incrementos detectados en el movimiento de vehículos (+333%) y de contenedores (+40%). El próximo curso el recinto portuario partirá con un presupuesto de 24 millones de euros, de los que 2,3 se destinarán a inversiones. La previsión es muy similar a la de 2013, acaso el año más crudo para los intereses de la infraestructura desde que se inició la crisis.