Hoy todo vale menos, incluido los bienes del Ayuntamiento de Málaga. Ahora bien, el alcalde, Francisco de la Torre, defiende que el interés general de la ciudad «está perfectamente defendido», en alusión a la gestión que el equipo de gobierno del PP ha hecho y hace de los grandes convenios urbanísticos, tales como el de la Térmica, Repsol o Martiricos. Sobre las críticas de los grupos de la oposición, PSOE e IU, de que se está renegociando a la baja, el alcalde afirma que «en ningún momento se ha regalado nada», al tiempo que responsabiliza a la Junta de Andalucía, «al menos en una parte», de que esos proyectos no hayan salido adelante. Y es que, el retraso de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de 2009 a 2011 fue, a su juicio, determinante. «Un PGOU da seguridad», si bien ese retraso, que fue «innecesario» y «gratuito», «hizo que cuando los convenios podían ser operativos existía una situación económica de crisis inmobiliaria tan fuerte que se limitaban las posibilidades de desarrollo del espacio». La explicación que en su día se dio sobre ese retraso fue «puramente política», asegura De la Torre, quien sostiene que la no aprobación en 2009 del PGOU fue «una irresponsabilidad increíble» por parte del Ejecutivo regional, porque creó «inseguridad jurídica» y perjudicó «no solo al Ayuntamiento, sino a la economía malagueña en general».