Las más de 4.898 mujeres que abortaron por decisión propia el pasado año en la provincia de Málaga habrían cometido un delito si la reforma de la ley del aborto que plantea el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, hubiera estado en vigor. En la misma situación se encontrarían las 99 mujeres que lo hicieron por el riesgo de graves anomalías en el feto, así como las 12 que tomaron esta decisión por anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave e incurable sin contar con los dos informes médicos preceptivos que ahora se exigen. Así, el proyecto de ley de Protección de los Derechos del Concebido y de la Mujer Embarazada, por el que el aborto deja de ser un derecho de la mujer, tal y como fija la ley vigente, de 2010, dejaría fuera de la ley a nueve de cada diez malagueñas que interrumpieron su gestación. Un total de 5.116 mujeres, de las que 107 abortaron porque el embarazo suponía un grave riesgo para su vida o salud, único supuesto, junto con la violación, que permitirá abortar de forma legal en España en un futuro.

Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, Andalucía, con 22.946 interrupciones voluntarias del embarazo, será la comunidad autónoma más afectada por una norma que, según la oposición, «condena a la mujer a la clandestinidad», por cuanto supone retroceder a la ley de supuestos de 1985, pero más restrictiva. Sevilla, con 5.661, y Málaga, con 5.116, lideran el ranking, solo por detrás de Madrid y Barcelona.

A nivel nacional, del total de abortos registrados (112.390), el 91% se produjeron por voluntad de la madre, situación que cambiará porque la nueva norma, que inicia ahora su tramitación parlamentaria y que saldrá adelante, sí o sí, merced a la mayoría absoluta del PP, sólo contempla dos supuestos: violación y riesgo grave para la salud de la madre. Eso sí, con condiciones.

En el caso de violación, y previa denuncia, la mujer podrá abortar hasta las 12 semanas. En el caso de que exista riesgo grave para la salud física o psíquica de la madre, se podrá interrumpir el embarazo hasta la semana 22, pero siempre y cuando quede acreditado en un informe realizado por dos médicos distintos al facultativo que lo practique y de diferentes centros sanitarios. Un total de 6.377 mujeres abortaron en toda España por suponer un grave riesgo para su vida.

Por el camino se quedará la posibilidad de abortar en caso de malformaciones del feto, salvo en caso de que se demuestren anomalías incompatibles con la vida del nasciturus y un riesgo psíquico o físico de la madre. En 2012, se acogieron al supuesto de riesgo de graves anomalías en el feto 3.129 mujeres.

El análisis de los últimos datos de Sanidad señala que del total de mujeres que decidieron interrumpir su embarazo en Málaga el pasado año, la gran mayoría tenía entre 25 y 29 años (1.237). Abortaron también un total de 17 chicas menores de 15 años y 600 con edades comprendidas entre los 15 y los 19 años. Recordar que la reforma de la ley establece que las menores que quieran abortar tendrán que informar a sus padres o tutores.

Asimismo, de las 5.116 mujeres que abortaron (71 menos que en 2011), 2.190 lo hicieron por primera vez, 1.355 ya tenían un hijo y 1.073, dos. El resto, tenían tres o más hijos cuando tomaron esta decisión.

Respecto a las semanas de gestación, 3.763 interrumpieron su embarazo hasta las ocho semanas, 1.099 lo hicieron entre la semana nueve y la doce, y casi 200 entre la 13 y 16 semanas de gestación. Sólo 55 abortaron a partir de la semana 21. Con la nueva ley, los plazos serán lo de menos, ya que se vuelve a la regulación por supuestos.

Sanidad señala, además, que 2.913 mujeres abortaron por primera vez en 2012, mientras que 1.494 ya habían interrumpido de forma voluntaria otro embarazo anterior. Para el resto, 709 mujeres, se trató de mínimo el segundo aborto.