Celebrar la fiesta de verdiales en el auditorio del Cortijo de Torres ha sido como hacer una moraga en la pista del aeropuerto o la travesía del Puerto en una piscina cubierta. Una experiencia aséptica y desangelada.

Cierto que este año ha habido grandes facilidades de acceso y de aparcamiento y también se ha eliminado el riesgo de llenarse los zapatos de barro. Pero el deprimente entorno de naves industriales del auditorio, sin un olivo, un cerro o una higuera que echarse a los ojos hizo bajar muchos enteros los aires de autenticidad de la fiesta mayor, hasta ayer siempre unida al campo.

Además, por momentos, daba la impresión de estar en los bajos del estadio de La Rosaleda y que los futbolistas del Málaga iban a salir zumbando en sus deportivos.

Y resultó desangelada también por la importante ausencia de tres de las pandas más conocidas del estilo Montes: la 1ª del Puerto de la Torre, la 1ª de los Montes y la panda de Santón Pitar, en desacuerdo con el sitio.

La mayoría de comentarios de aficionados y fiesteros recabados ayer por este diario iba por el mismo camino, aunque hay que recordar que se trata de un lugar elegido por votación de las pandas de verdiales, después de que las otras dos opciones -a pocos metros de distancia en el Puerto de la Torre- quedaran descartadas.

Una de las pandas que votó a favor fue la de Los Moras de Almogía y, a punto de salir al escenario, su responsable, Antonio Gómez, resalta las virtudes del auditorio: «Sinceramente es de lo mejor que se ha podido hacer. La panda votó por este sitio porque es el mejor por el tema de aparcamientos y también del agua porque, ¿dónde te metes tú cuándo llueve?, y esto está más protegido», plantea.

La de Los Moras es una panda que participa por tercer año y que representa como pocas el futuro de la fiesta: de sus 23 miembros, 11 fiesteros tienen menos de 18 años. Antonio Gómez posa para los fotógrafos haciendo sonar una caracola adornada con cintas de colores: «Era la forma de saber en el campo dónde iban los fiesteros», explica.

Muy cerca se encuentra Juan Antonio Vázquez, un aficionado que ha vivido los verdiales desde pequeño, desde 1960, porque «la familia de mi padre es de Comares y la de mi madre es de Olías», explica, y recuerda cómo su madre vio nacer «a Paco el del Maroto, el violinista».

Para Juan Antonio Vázquez el auditorio no es el mejor de los emplazamientos para la fiesta mayor. «A mí personalmente me gustaba más la venta de San Cayetano porque esta es una fiesta campera», sostiene, aunque también se explica que la celebración llegue hasta el casco urbano: «Encaja un poco con tantas personas de los Montes que viven en Málaga».

De opinión similar es José Martín, presidente de la asociación de vecinos de Alto Jaboneros, que recuerda que los antiguos choques de pandas se celebraban en la venta Galwey de los Montes. El presidente vecinal se muestra rotundo: «Las cosas del campo vamos a tenerlas en el campo y los verdiales es algo rural».

José Martín ve muy completas las instalaciones del auditorio pero aboga por un recinto permanente parecido en pleno campo y recuerda que en Málaga hay «muchas barriadas en las afueras como Ciudad Jardín, el Puerto de la Torre o los mismos Montes de Málaga», que podrían albergar este equipamiento.

Francisco Arrabal, alcalde de la panda San Lorenzo Mártir, del Valle de Abdalajís, confiesa que es «de los que prefiere el campo» y reconoció que el auditorio «no es el sitio adecuado». A su juicio, la clave del problema es «buscar un sitio adecuado para toda la vida». También dijo no estar de acuerdo «en que se divida la fiesta por una tontería, porque esto lo hemos votado y hemos escogido este sitio, no porque nos guste sino por el problema del aparcamiento».

Y también habló ayer José Gómez Santiago, presidente de la Federación Provincial de Pandas de Verdiales, que hace dos días concedió una entrevista a este diario. El presidente recordó que el tiempo acompañaba, que el recinto estaba lleno y que había aceptado y hecho cumplir la votación de las pandas, que eligieron como opción más votada el Cortijo de Torres.

«La fiesta de verdiales es del campo pero hacer grandes eventos en el campo es imposible. Se puede hacer pero mal porque no hay buenos accesos y se hace en una época que es invierno y puede estar la tierra mojada», sostuvo y se mostró favorable a celebrar pequeños festivales en un entorno rural y grandes festivales como el del día 28 en lugares bien equipados.

No obstante, volvió a recordar la promesa electoral del actual equipo de gobierno del PP de un parque de los verdiales. José Gómez Santiago detalló que hay un terreno previsto en el Puerto de la Torre, «donde se une la hiperronda con la autopista de peaje, al norte, y así tenemos arriba las montañas, un poquito de falda y las dos carreteras». «Unas instalaciones parecidas a esta y luego arbolado de encinas, algarrobo... estaríamos en el campo, en medio de los árboles pero con un recinto adecuado», precisó.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que ayer asistió a la fiesta como todos los años, reconoció que «nos agradaría mucho poder hacer» el parque de verdiales. «Es solo una cuestión económica poder abordarlo», concluyó.