El grupo de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Málaga alertó ayer de la existencia de posibles daños al acueducto de San Telmo por unos movimientos de tierra llevados a cabo para habilitar como aparcamiento un solar en el número 24 de Carrera de Capuchinos, en dicho barrio. Estos trabajos habrían podido afectar a un aljibe y a partes del monumento «que discurre por el interior de la manzana y cuenta con una servidumbre de cinco metros». Además, el portavoz de IU, Eduardo Zorrilla, aseguró que estos movimientos de tierra «no disponen de licencia municipal».

Estos supuestos nuevos daños en el monumento, considerado como la obra de ingeniería hidráulica más importante del siglo XVIII en España, ya han sido denunciados ante la Guardia Civil por el presidente de la Asociación de Amigos del Acueducto de San Telmo y guarda del monumento, Javier Aguilar, y por el propio edil de IU ante el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares.

«La Guardia Civil ha levantado acta de agresión y comprobado que la obra no disponía de licencia, pero no ha podido paralizarla porque eso tiene que hacerlo la Gerencia de Urbanismo», señaló Zorrilla, quien apuntó que esperan que el equipo de gobierno «actúe cuanto antes para preservar un monumento registrado como un Bien de Interés Cultural».

Así, el portavoz de la coalición de izquierdas instó al equipo de gobierno del PP a que «asuma su responsabilidad» respecto al mantenimiento y conservación del acueducto de San Telmo.

El Ayuntamiento, por su parte, anunció en la tarde de ayer que aunque las actuaciones realizadas «no han producido daños en el acueducto», la Gerencia de Urbanismo ha ordenado a la propiedad la suspensión del movimiento de tierras y adecentamiento del solar en el que se actúa «al carecer de la preceptiva licencia dichas actuaciones específicas»; además, requiere la completa cubrición de los restos arqueológicos hasta la cota actual del solar, conforme a las medidas de protección acordadas por la Junta de Andalucía, así como el vallado de dicho solar.

El Ayuntamiento añadió que aunque no se han apercibido daños, sí se ha podido provocar una «erosión por efecto climático» al haber quedado parte de los restos del acueducto al descubierto.