El año 2013 ha vuelto a dejar una cascada de quiebras empresariales en la provincia de Málaga, aunque las cifras, por buscar algún elemento positivo, han sido algo inferiores a las del ejercicio precedente. A falta de las estadísticas oficiales, un estudio de Crédito y Caución elaborado a partir del Boletín Oficial del Estado (BOE) avanza un total de 188 nuevos concursos de acreedores acaecidos en la provincia el pasado año, un 15% por debajo de los 222 que hubo en el año 2012. En todo caso los números siguen siendo altísimos teniendo en cuenta que antes del estallido de la crisis apenas eran unas 20 empresas las que cada año entraban en situación de insolvencia.

Por citar algunos casos conocidos, a lo largo de 2013 entraron en concurso de acreedores constructoras como Hexa o Vera (ésta última ya ha superado con éxito el proceso), la firma de servicios tecnológicos Novasoft, la empresa de moda infantil Charanga, el concesionario de coches de lujo Guarnieri o el fabricante de placas solares Isofotón.

El estudio de Crédito y Caución indica que a nivel nacional se registraron 9.708 nuevos procesos concursales en el conjunto de 2013, lo que supone un aumento del 15% frente a los 8.410 casos registrados en 2012, según se desprende del seguimiento de las insolvencias judiciales publicadas en el BOE. El cuarto trimestre del año mostró, eso sí, un mejor comportamiento que los tres anteriores, situándose en valores próximos al crecimiento cero respecto al mismo periodo del año anterior.

Según el informe, a lo largo de 2013 ha cambiado el prototipo de concurso de acreedores en España: las quiebras son ahora, sobre todo, de pequeñas o medianas empresas de cerca de 20 trabajadores, con más de diez años de antigüedad, y cada vez más presionadas por la prolongación en el tiempo de la crisis.

Para Crédito y Caución, la insolvencia judicial de estas empresas está propiciada por las dificultades para acceder a nuevas refinanciaciones financieras, el agotamiento de los activos líquidos, la imposibilidad de profundizar en la reestructuración de sus costes, el fracaso en los planes de internacionalización o la trasmisión, a través de la morosidad, de la insolvencia de los clientes.

Créditos y morosidad pública

La opinión generalizada de expertos del sector es que desde 2012 asistimos a una nueva avalancha de quiebras por parte de empresas que refinanciaron sus deudas en 2008, al inicio de la crisis, a plazos de cuatro o cinco años y que se han enfrentado a su vencimiento sin que la situación económica, hasta ahora, haya mejorado.

«Pensaban que la situación cambiaría a mejor en dos o tres años. Y es que nadie esperaba en principio una crisis tan larga», apuntan algunas fuentes.

Otra causa que explica las numerosas insolvencias es la morosidad de las administraciones públicas, sobre todo de la Junta de Andalucía, con sus empresas proveedoras. El tercer plan de pago a proveedores puesto en marcha por el Gobierno este pasado mes de diciembre, y que dejará unos 100 millones de euros en Málaga, debe dejar resuelto en su mayor parte un problema que llegó a generar en la provincia hasta 500 millones en deuda pública a estas empresas, sobre todo constructoras.

Esperan que el ritmo afloje en este 2014

Crédito y Caución afirma que la intensidad en el crecimiento de la «concursalidad» se romperá previsiblemente en 2014 por los cambios introducidos en el marco regulatorio español y las previsiones de mejora del acceso empresarial a la financiación de origen bancario. En este sentido, el informe destaca que en línea con la previsible mejora de las condiciones económicas, el entorno de insolvencia empresarial también mejorará en 2014 de forma global, tras un 2013 marcado por el empeoramiento en muchos países.

Crédito y Caución espera que esta mejoría sea especialmente intensa en Estados Unidos, Reino Unido y los países nórdicos. En la zona euro el crecimiento previsto para 2014 es de sólo el 0,9% frente al 6,8% registrado en 2013 y en los países periféricos las insolvencias crecerán cerca del 2,5% tras superar el 11% en 2013.