El mercado inmobiliario en la provincia se encuentra con un tapón que, junto a la falta de crédito, lastra las expectativas de todo el sector. La existencia de 110.000 viviendas vacías y pendientes de vender sigue pesando como una losa en un sector donde muchos promotores y bancos quieren quitarse primero esa rémora antes de emprender nuevos proyectos. De hecho, una de cada ocho viviendas en la provincia están pendientes de vender, lo que supone que serían necesarios 16,2 años para alcanzar el equilibrio inmobiliario con el nivel de venta actual.

Estas viviendas han sufrido además una notable depreciación en el valor, ya que el precio medio apenas llega a 1.500 euros el metro cuadrado construido, menos de la mitad que en 2007. Aún así, su existencia supone un patrimonio que supera los 165 millones de euros que está inmovilizado y lastrando los balances del sector. De hecho, hay que tener en cuenta que la proporción de viviendas por cada mil habitantes es de 560, frente a las 449 del Reino Unido.