La Audiencia Nacional decretó ayer prisión incondicional para Abdeluahid Sadik Mohamed, el presunto yihadista detenido el sábado en el aeropuerto de Málaga y que supuestamente participó en la guerra santa de Siria, al considerarle responsable de un delito de integración en organización terrorista. El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno tomó declaración a Sadik Mohamed como supuesto integrante del grupo Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), y decidió enviarlo a prisión provisional en un auto en el que alerta de que «cada vez son mayores las referencias a realizar la yihad (guerra santa) en casa», es decir, en España.

Este es el primer caso conocido de un yihadista que ha regresado a España tras recibir formación militar, adoctrinamiento religioso y experiencia en combate durante varios meses en Siria e Irak para conseguir los objetivos marcados por el grupo terrorista mediante una «intensa actividad violenta». En el auto, el magistrado incide en que una muestra del «alto grado de formación adquirida» es que Sadik Mohamed fue seleccionado para participar, como miembro de ISIL, en un atentado contra la prisión de seguridad Abu Ghraib, situada en Bagdag (Irak), y para liberar a presos encarcelados por delitos de terrorismo. El juez considera que Sadik formaba parte de una célula de este grupo yihadista que se encargaba de enviar muyahidines a Siria desde Marruecos y Ceuta para que hicieran la yihad con inmolaciones que produjeran numerosas víctimas.

La investigación ha permitido saber que esta estructura podría dar cobertura a grupos como el Frente Jabhat Al Nusra (Frente de la Victoria), considerado el brazo armado de Al Qaeda en la zona, o el Estado Islámico de Iraq (EII), brazo armado de la misma organización en Irak. Esta célula, radicada en España y con conexiones con Marruecos, Bélgica, Turquía y Siria, ya habría conseguido enviar al menos seis grupos de varones, españoles y marroquíes, desde España a Siria, de los que al menos cinco habrían fallecido en Siria tras inmolarse (tres españoles y dos marroquíes), según el juez.

El magistrado apunta que estos envíos están financiados por extremistas ceutíes que captan a jóvenes para que viajen desde España y Marruecos a ciudades de Turquía fronterizas con Siria, donde «pasadores» les ayudan a cruzar la frontera para trasladarlos a campos de entrenamiento. El magistrado desgrana que Sadik abandonó Ceuta con dirección a Marruecos el pasado 29 de abril para tomar el 1 de mayo un vuelo al aeropuerto de Casablanca con destino a Turquía y desde allí se desplazó a Siria. Como ocurría con el resto de los nuevos muyahidines, Sadik Mohamed recibió formación militar y religiosa en un campo de entrenamiento en Alepo, algo que él mismo explicó en sede policial y que coincide con la investigación.