La delegada territorial de Cultura, Patricia Alba Luque, y Javier Noriega, representante de la empresa arqueológica Nerea, se han reunido esta mañana para precisar los detalles de la apertura de la villa romana Cortijo Robledo, sin llegar a fechar la inauguración, y la presentación del proyecto de sumergir de vinos en agua salada por parte de la empresa.

En la presentación de la villa, Luque declaró que el trabajo realizado con los restos arqueológicos supone "el traslado es uno de los más importantes de España". Por su parte, Noriega afirmó que "la colaboración público-privada destaca la puesta en valor para que todos los ciudadanos puedan disfrutar de estos bienes de interés cultural para todos los andaluces".

Con respecto a la inmersión de vinos, el objetivo de ambas partes es poner en valor los vinos de denominación de origen, con un producto "pionero y novedoso". Este proyecto nace de una propuesta de Denominación de origen de Málaga para sumergir las barricas y ver los resultados. El vino en principio tiene un fin experimental, sin llegar a afirmar su venta posterior.

Según Noriega, los datos de la villa se darán en la inauguración, pero afirmó que la recuperación de Cortijo Robledo supone una visualización moderna de la producción de aceite de la bética, producto trasladado más tarde a Roma.