El colegio privado malagueño MIT School se defiende de la querella presentada por 17 padres (admitida a trámite por el juzgado de Instrucción número 9 de Málaga) y asegura que se trata de una campaña de desprestigio iniciada por dos profesores que han sido despedidos «por diversos motivos» y que «están contagiando a padres concretos con información errónea y con denuncias falsas».

Fuentes de este centro educativo situado en los alrededores del Parque Tecnológico insisten en que todo se debe al intento de estos docentes de perjudicar a la institución. Es más, aseguran que el MIT School cumple con los requerimientos que le son exigibles de acuerdo con la legislación y, por ello, se encuentra en permanente contacto con la Consejería de Educación para cualquier aclaración y subsanación si procediera.

«En este sentido, la Consejería, como es habitual en cualquier colegio, requiere en su actuación inspectora, de forma periódica, determinada documentación e información al centro, y ello no implica que existan irregularidades. Es más, desde que MIT abrió sus puertas, en septiembre de 2010, ha recibido la visita del inspector de Educación todos los años, procediendo a la revisión de la titulación de todo el profesorado en cada curso escolar. En 2013 ha sido, por tanto, la cuarta vez en cuatro años que recibimos la visita de Educación y la superamos una vez más con normalidad», precisaron las fuentes.

Las familias denuncian al centro por presuntos delitos de falsedad, estafa y delito societario. Estos padres sostienen que algunos profesores no disponen de la titulación adecuada para impartir asignaturas, como por ejemplo chino. En otros casos, las materias que se imparten no se ajustan al currículum escolar. Por ejemplo, el centro no oferta entre sus materias Educación para la Ciudadanía, según explicaron fuentes de la Delegación Territorial de Educación, que también ha recibido, al menos, dos denuncias, en las que se manifiesta que se podrían estar produciendo irregularidades en el reparto de horas lectivas, así como el incumplimiento de la normativa vigente referida a las instalaciones del centro.

Por este motivo, los denunciantes han solicitado que la Consejería inicie un proceso de revisión e investigación de estas supuestas irregularidades. Un requerimiento que ha encontrado respuesta en Educación, que ha solicitado al colegio la documentación pertinente.

El MIT School asegura que estas denuncias no tienen ninguna base y que su único afán es «desprestigiar y perjudicar a la institución». «Ya en estos últimos tres meses, además de la Inspección de Educación, hemos recibido una Inspección de Trabajo, de Hacienda y de Sanidad simultáneamente, y, gracias al favorable resultado de las mismas, el colegio sigue su actividad con total normalidad», concluyeron las fuentes, que no descartan iniciar acciones legales contra los denunciantes.