Aprovechando la llegada del nuevo año, es un buen momento para hacer un repaso a una biblioteca que deja en pañales la de voraces acumuladores de libros como Fernando Savater o Luis Alberto de Cuenca, escritores que serían felices pasando la vida eterna en un rinconcito de la Biblioteca Nacional (si es posible, en una cómoda butaca y con luz natural).

Pero aquí hablamos de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, una institución que pronto albergará tantos libros como granos de arena hay en Tarifa. A ojo de buen cubero cuenta con más de 800.000 anaqueles, pero no es seguro que en ellos se puedan colocar jarrones lustrosos o fotos de la familia porque albergan casi 35 millones de libros y material impreso, aparte de 117 millones de mapas, fotografías y material de audio y vídeo.

Con tanto libro -imposible de leer incluso a lo largo de este año- los congresistas no se olvidan de algunas obras editadas en Málaga o de autores malagueños. Y resulta de lo más curioso comprobar, por ejemplo, que los representantes americanos adquirieron un ejemplar de Integración socio-cultural del alumno inmigrante en el distrito Palma-Palmilla, de José Antonio Parody, con lo que los congresistas, además de aprender del ejemplo malagueño, caerán en la cuenta de cómo a nuestro Ayuntamiento le gusta suprimir los artículos determinados de sus barrios, creando cosas como Palma-Palmilla o Trinidad-Perchel, el súmmum del cercenamiento burocrático.

También se han hecho con Mudéjares y moriscos en Istán (1485-1568) de Catalina Urbaneja y con el catálogo de una exposición temporal Museo Picasso de la primera mitad del año: Picasso de Málaga. Y tampoco se olvidan de una de las exposiciones más visitadas del Museo Carmen Thyssen: Julio Romero de Torres, entre el mito y la tradición.

Y algo que atañe a un servidor porque, ¿qué oscuro designio ha colocado en uno de esos kilométricos anaqueles la novelita de humor Lo que esconden las islas, escrita por el firmante?, ¿acaso el título les ha sonado a intriga internacional?, ¿a complot cubano? Un misterio para Íker Jiménez. Y en esa línea de una versión no oficial, también les ha interesado Las cloacas del 11-M, obra escrita por el malagueño Ignacio López Bru.

Pero no todo son trabajos y libros relacionados con las Humanidades, también hay dos trabajos científicos publicados en inglés. El primero de ellos sobre computación en la nube editado en Málaga por Kung-Kiu Lau, Winfried Lamersdorf y Ernesto Pimentel y el segundo, editado en Marbella por A. J. Castro, Tirado. J. Gorosabel (sic) e I. H. Park, sobre los rayos Gamma (los que tenían ciertos efectos sobre las margaritas, como sabrán los fans de Paul Newman).

Si algún día se aburren, mejoran las comunicaciones y en volar a Washington se tarda lo que dura una comparecencia con preguntas de Mariano Rajoy, ya saben dónde pueden encontrar lectura para toda la eternidad.