El PSOE propondrá al Ayuntamiento de Málaga la colocación de placas conmemorativas en las obras y edificios públicos de la ciudad que fueron construidos por presos políticos republicanos durante la dictadura franquista.

Entre 1937 y 1942, más de 20.000 ciudadanos ingresaron tanto en la prisión provincial de Málaga como en campos de concentración habilitados al efecto, como el de La Aurora, en la capital, o el de Torremolinos, según recordó ayer en un comunicado la portavoz municipal del PSOE, María Gámez. Pese a sus malas condiciones de salud, estos presos republicanos fueron empleados en la realización de obras de carácter público y forzosamente integrados en lo que se conocía como batallones de trabajo, como el número 103, que estuvo en la barriada de Churriana, o el número 105 del Cortijo Briales, ha añadido Gámez.

Entre las obras en las que participaron los presos republicanos se encuentra el conjunto Alcazaba-Gibralfaro, la rehabilitación de la Catedral, el primer aeropuerto de Málaga en la finca del Rompedizo -actual base aérea militar- y la reparación y construcción de puentes. También intervinieron en el antiguo mercado de mayoristas, hoy sede del Centro de Arte Contemporáneo (CAC Málaga), y de embellecimiento como los jardines de Puerta Oscura, recordó la portavoz socialista.