Tras numerosas reivindicaciones de padres, alumnos y profesores. Después de algún que otro retraso, debido a la complejidad de la obra y a la incorporación de nuevas enseñanzas que obligaron a modificar algunos aspectos de su diseño original, la Junta de Andalucía inauguraba en la tarde de ayer el Conservatorio Gonzalo Martín Tenllado, en la zona de Las Pirámides. Han sido diez años de espera, en algunas ocasiones, impaciente, para ver cumplido un anhelo legítimo de la comunidad educativa de este centro donde estudian música, en sus niveles elemental y medio, unos 800 alumnos, que hasta ahora estaban repartidos en distintos espacios, con el trastorno que esto suponía para ellos.

El consejero de Educación, Luciano Alonso, fue el encargado de descubrir la placa conmemorativa de un edificio en el que el Gobierno andaluz ha invertido algo más de 5 millones de euros. Al acto también asistieron distintos representantes públicos, como la delegada territorial de Educación, Patricia Alba, Francisco de la Torre, alcalde de Málaga (cuyo Ayuntamiento cedió en 2005 la parcela donde ahora se levanta), o el coordinador provincial de IU y parlamentario andaluz, José Antonio Castro.

El nuevo conservatorio permite trasladar el centro actual, que ocupa hasta ahora espacios en el CEIP Paulo Freire y del IES Litoral, y que se había quedado pequeño desde hace varios cursos, de ahí que el nuevo edificio se convirtiera en una prioridad para las familias de los alumnos, que protagonizaron numerosas manifestaciones reclamando su construción, hasta que, por fin, la Junta la incluyó en su planificación de infraestructuras docentes.

El director del centro, Alejandro Díaz, no podía ocultar ayer su satisfacción ni el entusiasmo de profesores y alumnos por estrenar el nuevo edificio, que sin duda va a suponer un revulsivo en su día a día. Díaz recuerda cómo fue en 2004 cuando se toma conciencia de la necesidad de edificar un nuevo conservatorio. Han tenido que pasar diez años para que se haga realidad. «Ha tardado mucho pero lo bueno se hace esperar», reconocía ayer Díaz, quien admite que para los alumnos, sobre todo, supondrá un cambio de condiciones radical, «como de la noche al día». «De estar repartidos en cuatro centros, a estar todos juntos por fin, sin tener que desplazarse entre clase y clase y además, estando en un edificio con condiciones acústicas absolutamente idóneas», explicó ayer.

«Todos en general estamos entusiasmados, pero como nuestro fin primordial son los alumnos y los nuestros estaban en condiciones pero que precarias, nos alegramos especialmente por ellos», aseguraba el director, que recuerda cómo tenían que elaborar los horarios teniendo en cuenta los traslados de edificio en edificio, algo que afectaba al 80% de los matriculados y que provocaba importantes trastornos. También a 62 docentes.

El proyecto del nuevo Martín Tenllado se ha incluido en el Plan de Oportunidades Laborales de Andalucía (OLA), que la Junta desarrolla desde el pasado año para mejorar la red de centros educativos públicos y fomentar la creación de empleo entre los colectivos sociales más afectados por la crisis económica, especialmente los parados procedentes del sector de la construcción. Según informó ayer la Delegación a través de un comunicado, el nuevo Conservatorio Profesional de Música de Málaga ha supuesto la generación de 194 empleos, con predominio de personas desempleadas de larga duración y con cargas familiares.

El inmueble acoge desde ayer a los algo más de 800 alumnos matriculados este curso en el conservatorio, aunque a partir del próximo superará el millar, lo que supone un incremento de 300 plazas respecto a la oferta del actual. El director, Alejandro Díaz, confía además en que la Junta también les conceda más especialidades.

En la actualidad, en el nuevo centro se imparten enseñanzas elementales (cuatro años) y profesionales (seis años) de música, de distintas especialidades: clarinete, contrabajo, fagot, flauta de pico, flauta travesera, guitarra, oboe, piano, trompa, viola, violín y violonchelo. Este curso además se ha comenzado a impartir también percusión, circunstancia que ha provocado algún retraso en la entrada en servicio del conservatorio, ya que hubo que adaptar e insonorizar salas para ello, según explicó en su día la Delegación Territorial de Educación.

El nuevo conservatorio se ha construido sobre una parcela de 4.680 metros cuadrados, con una superficie edificada de 3.565 metros cuadrados y cuenta entre sus espacios docentes con aulas instrumentales (individuales y colectivas) y no instrumentales, así como aulas específicas de música de cámara, coro, orquesta, percusión e informática. Sus instalaciones también incluyen cabinas individuales y seminarios. Se completarán con un salón de actos con 350 butacas y una biblioteca con videoteca y fonoteca.

En el proyecto arquitectónico se han tenido en cuenta tanto las necesidades acústicas como los criterios bioclimáticos.