Compartir local. Esa es la solución que ha encontrado María Castillo, presidenta de la Asociación de Mujeres de Fuente Olletas, para evitar que los jubilados de Cristo de la Epidemia se queden sin lugar para jugar al dominó o al ajedrez. Con la entrega de llaves se materializó ayer el hermanamiento de las dos asociaciones, que a partir de ahora estarán en el local que las mujeres tienen en la calle Manrique.

Con la actual situación de Unicaja, que ha pasado de caja a banco, los jubilados han dejado de tener los beneficios sociales con respecto al local que habitaban: «Un día vinieron 20 o 30 abuelos para pedirme ayuda porque con las nuevas exigencias de Unicaja tendrían que pagar una cantidad muy elevada por mantener el alquiler del sitio que tenían», cuenta María Castillo.

A raíz de este problema, la asociación de mujeres decidió ayudarlos y trasladó varios de los talleres que realizan a la Asociación de Vecinos de Lex-Flavia y a la Asociación de Jubilados de Victoria para hacer hueco a los abuelos. «Nosotros tenemos un local del Ayuntamiento, por el que sólo pagamos la comunidad y el seguro, así que le comentamos la situación al concejal de Urbanismo y Vivienda, Francisco Pomares, y nos dio el visto bueno para acoger a los jubilados, con los que ahora compartimos gastos», continúa Castillo.

Al acto asistieron el director del distrito Centro, Francisco Cantos, y la directora general del área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga, Ruth Sarabia, quien espera que esta iniciativa se extienda: «A ver si en otros barrios hacen lo mismo».