No cabe la menor duda de que cuando un responsable político se enroca la sinrazón termina produciendo mucho más daño a los ciudadanos porque la complejidad de sus decisiones se engrandece con el paso del tiempo. El alcalde de Málaga ha optado por una reforma del sistema tarifario de los recibos del agua que gestiona Emasa. A medida que pasan los días la evidencia que los socialistas llevábamos anunciando hace tiempo se ha hecho una realidad: se constata que en la mayoría de los domicilios los recibos sufren un aumento considerable que comprueban los usuarios in situ a medida que los van recibiendo. La subida no prima el consumo responsable ni tiene como objetivo ningún beneficio social a la vez que obvia la transparencia. Hay colectivos con más subidas como los mayores que viven censados en hogares con uno o dos residentes.

El PP envío a los vecinos y vecinas una carta afirmando con armas propias de la publicidad engañosa que beneficiará al 75% de los domicilios. No le bastó con faltar a la verdad sino que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, insistió en que el Grupo Municipal Socialista mentía cuando afirmaba que el recibo del agua subía desproporcionadamente. No rectificó como se puede pedir a alguien que gobierna esta ciudad desde hace ya varios lustros y a quien se le pide más talla política, sino que mantiene su error y lo hace con difíciles argumentarios en redes sociales donde promete devoluciones de lo cobrado sin especificar procedimientos, formularios o mecanismos administrativos puestos en marcha por Emasa. La arbitrariedad no es una máxima en una empresa pública. Son incomprensibles algunas de sus desconcertantes y desafortunadas palabras sobre las ingentes subidas del recibo del agua.

El barullo producido por el aluvión de críticas, los recibos que evidencian las subidas que el propio alcalde negaba y las continuas facturas erráticas que nos proporcionan los vecinos donde no se recoge con claridad las tarifas a aplicar en determinados tramos han sumido en un bucle la actitud del alcalde con el «tarifazo» del agua. La solución pasa por pararse y analizar mejor la situación. Una moratoria en la aplicación del nuevo sistema parece apremiante para no caer en el círculo vicioso de irregularidades, devoluciones, o injustas subidas del agua para los que menos recursos tienen.

Nuestras propuestas son claras. Paralización de la nueva forma de facturación del recibo del agua para que no penalice el consumo responsable del agua, por su mala planificación y por una aplicación plagada de incorrecciones. Modificar los bloques de facturación para que se recoja el consumo responsable del agua y se realice una distribución de bloques más justa que no penalice a las viviendas con 1, 2 o 3 miembros. Revisión de todas las facturas remitidas a partir del 1 de noviembre de 2013 para subsanar todos los errores que se han detectado, ya que existen muchos recibos en los que se ha facturado el mes de octubre, antes de la entrada en vigor del nuevo sistema, consumos anteriores con la distribución de bloques nueva. Devolución de todas las cantidades indebidamente cobradas en un plazo no superior a tres meses.

La situación económica es muy dura y son muchas las familias que lo están pasando mal para que el alcalde de la ciudad con una subida injustificada del recibo del agua los coloque todavía más con el agua al cuello.

*Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga