El precio de la vivienda libre en Málaga capital -tanto la nueva como la de segunda mano- acumula ya un descenso del 38,8% desde los máximos alcanzados antes de la crisis y seguirá estable o incluso de nuevo a la baja en este año 2014, según el estudio «Tendencias del Sector Inmobiliario» publicado ayer por Sociedad de Tasación. En este tiempo el valor del metro cuadrado en Málaga ha pasado de 2.527 euros el metro cuadrado a 1.458.

Si tomamos como referencia el último año 2013, el precio de los pisos en la capital malagueña ha caído un 2,9% (el año anterior lo hizo un 16,8%, cinco veces más) aunque en todo caso las bajadas de precios son muy heterogéneas dependiendo de la calidad estándar de los inmuebles, un concepto en el que también se incluye la valoración del entorno en el que se encuentran. Así, los pisos de gama baja descienden un 21,2% (con un coste medio de 736 euros el metro) , los de calidad media lo hacen un 8,6% (1.436) y los de gama alta, por contra, suben un 16,2% (2.629).

En España, la caída del precio medio desde 2007 hasta la actualidad es del 45,6% -siete puntos por encima de la de Málaga capital-, pasando de los 2.401 euros por metro a los 1.307 de ahora. El informe augura nuevos descensos en 2014, aunque a menor ritmo de los registrados hasta ahora, en consonancia con los «síntomas» de recuperación de la economía. Esta moderación en el ajuste de precios a nivel nacional se observó ya en 2013, cuando el valor de los inmuebles nuevos y usados descendió un 8,7% interanual, prácticamente la mitad que en 2012, cuando el descenso fue del 15,7%.

La razón de que continúe el ajuste, según explicó ayer el director general de Sociedad de Tasación, Juan Fernández, es que «no se ve todavía un mercado sólido» en el que encuentren oferta y la demanda. La falta de circulación del crédito bancario y la desconfianza de las familias ante los altos niveles de desempleo no hacen pensar que a corto plazo se vuelvan a crear entre 200.000 y 250.000 nuevos hogares al año, lo que sería, a su juicio, un indicador de vuelta a la normalidad. El director general de Sociedad de Tasación destacó el desplome de las cifras de actividad. Si en 1993, cuando el sector de la construcción también atravesaba una grave crisis, se iniciaron 185.000 viviendas, en 2013 tan sólo se han empezado a construir 35.000. En paralelo, las viviendas acabadas han pasado de 217.000 a 73.000 y los visados para construir nuevos inmuebles se han reducido de 234.000 a 57.000 viviendas. «Hay que irse a los años 60 o 70 para encontrar las mismas cifras que en 2013», recordó.

Pese a todo, aseguró que se observan ciertos «síntomas» en la economía que podrían anticipar un cambio de tendencia y que hacen pensar en la moderación de la caída del precio en 2014. Estos indicadores serían la estabilización en la curva del paro o la moderación de la prima de riesgo.

En su opinión, esta evolución macroeconómica se está trasladando a la demanda, que empieza a visitar con más asiduidad las casetas de obra, a pararse en los escaparates de las inmobiliarias o a interesarse por promociones en las ferias inmobiliarias a la vista también de los inversores.

Sobre la llegada de capitales extranjeros a España en busca de oportunidades de inversión, dijo que no se dejarán notar hasta que no comiencen a sacar sus viviendas al mercado, pero aseguró que trasladan a los potenciales compradores nacionales la idea de que las viviendas están «de saldo» y que es el momento de comprar.

Con todo, Fernández insistió en que aún no se puede hablar de un suelo de mercado y, por tanto, de precios.