La brecha entre la Costa y el interior de la provincia continúa aumentando. Mientras que el litoral se mantiene como un foco de atracción socioeconómico y poblacional, el interior se enfrenta a un problema creciente: la pérdida de habitantes. De hecho, según los datos del último padrón elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente a 2013, en esa situación se encuentran ya 73 de los 101 municipios de Málaga.

La provincia, pese a los malos tiempos económicos, sigue subiendo en población, pero este incremento se concentra prácticamente en la Costa del Sol Occidental y, aunque de forma más discreta, en el área metropolitana de Málaga capital. En la situación contraria se posicionan el resto de comarcas, que acumulan pueblos en proceso de despoblación. La situación más alarmante la presenta la Serranía de Ronda. Allí, 22 localidades han perdido habitantes a lo largo del último año.

En la Serranía se concentran los municipios mas pequeños de la provincia, que no sólo se enfrentan a la despoblación, sino que también sufren el problema del envejecimiento de sus vecinos y la falta de relevo generacional, ya que la falta de oportunidades laborales y las malas comunicaciones han hecho que en las últimas décadas los más jóvenes se hayan marchado al litoral o a poblaciones de más tamaño en busca de una mejor vida.

En situación parecida se encuentran las comarcas de Antequera y la Axarquía interior; la primera suma 19 municipios que han visto caer su padrón en el último año; la segunda, 20. Lo destacable, además, en estos dos casos es que las cabeceras de comarca de ambas también han perdido residentes entre 2012 y 2013. Es el caso de Antequera y de Vélez Málaga, la primera baja en 207 habitantes y la ciudad veleña pierde 1.566 empadronados.

En el Valle del Guadalhorce el panorama es menos desalentador, con sólo diez municipios en descenso poblacional, precisamente aquellos más alejados de la capital y del área de influencia de la Costa del Sol. En esta comarca, la cercanía con Málaga y localidades como Marbella, Mijas o Fuengirola ha propiciado en los últimos años, sobre todo coincidiendo con la época de esplendor inmobiliario, un auténtico boom poblacional, con municipios como Coín, Alhaurín el Grande o Cártama ya por encima de los 20.000 habitantes y Alhaurín de la Torre acercándose a los 40.000.

La radiografía poblacional de la Costa del Sol Occidental es mucho más positiva. Los más de 11.000 habitantes que ha ganado la provincia en un año han establecido su residencia en algunas de sus localidades. Llegan españoles y foráneos en busca de oportunidades de trabajo y también jubilados extranjeros, sobre todo europeos, que quieren un retiro dorado en un clima más benigno que el que ofrecen sus países de origen. Así, Marbella ha sumado 1.545 nuevos residentes, y supera ya los 142.000; Mijas ha crecido en 3.476, con más de 82.000; Fuengirola gana más de mil nuevos residentes; Estepona se acerca a los 68.000 y Torremolinos se queda al filo de los 70.000. Benalmádena, por su parte, crece en más de 3.000 residentes.

La provincia, a 1 de enero de 2013, suma 1.652.999 habitantes, según el INE.